Por Javier Claudio
Claro que sí. – Bien por la visita del gobernador Américo Villarreal Anaya, la que en su mayor parte estuvo centrada en “cuerpear” a Nuevo Laredo en su desarrollo por el comercio internacional, mediante el compromiso de una serie de obras que de todos son conocidas con la finalidad de sostener el liderazgo aduanero, hoy mediante acciones concretas y estratégicas de la Federación, Gobierno del Estado y el Municipio.
Aclarando. – Esta vez, no tuvo excusa ni pretexto la vecina ciudad de Laredo, Texas para ser coparticipe y anfitrión en este ambicioso proyecto, así tampoco fue actor subrepticio el Gobierno de Nuevo León y la Asociación Agentes Aduanales de N. Laredo, quienes tuvieron que figurar “una de cal por las de arena”. Ahí, el mandatario de Tamaulipas y la alcaldesa Carmen Lilia refrendaron compromiso para transformar la ciudad y el estado para devolver a Tamaulipas y N. Laredo “su dignidad y grandeza”.
Clarín. – Estas acciones en firme por impulsar el comercio internacional de Nuevo Laredo, tuvo su “cierre de pinza”, al anunciar Villarreal Anaya la próxima visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, que sin duda es parte elemental de este fortalecimiento tan necesario para la ciudad y que, sin pecar de exageración, pareciera ser finalmente curado del abandono. Debe reconocerse que hasta hace unos meses nadie movía una sola pieza en favor de desarrollo real de nuestro puerto fronterizo.
Claroscuro. – Hoy es entonces que todos los engranes de este gran proyecto empolvado se mueven, el silencio se vuelve voz y uno de esos clamores es de Carlos Fernández, presidente de la Asociación de Transportistas de Carga (ATC) de Nuevo Laredo, quien solicitó terminar los ocho kilómetros faltantes de la Ruta de Carga MexII que enlaza al Puente III con el resto del país. Fue desde el sexenio de Vicente Fox que se dejó inconclusa y se endosó a Ernesto Zedillo según con “presupuesto etiquetado”.
Claridades. – Bien podríamos decir que la maldición parece concluir, donde tanto la Federación como los más recientes gobernadores del Estado de Tamaulipas, innegablemente fueron copartícipes de esta calamidad al someter en la inercia todo el aparataje de quienes son parte elemental del Comercio Internacional. Es decir, nadie movía un sólo dedo sin apruebo de la Federación o el Estado, en tanto aparecía avasallante N. León, muy en su derecho, pero ayudados por el sometimiento local.
Clarificando. – Se padece esto desde la construcción del Puente Solidaridad en Nuevo León durante el sexenio de Carlos Salina de Gortari, se pagó cara consecuencia pues la Aduana de Colombia a lo largo de sus casi 30 años de vida apenas ha alcanzado a operar al 30 por ciento de su capacidad, pero debido a la escasa demanda del comercio internacional, que desprende a su vez de la incomodidad de su ubicación y las ventajas que ofrece el Puente III de Nuevo Laredo. Esto aclara tanta negatividad para nuestro puerto aduanero, amén de la intentona válida de la Autopista La Gloria-Colombia.
Claro que no. – Nadie negara que el idilio prometedor de la nueva ruta de Nuevo León, alterna a la directa y que es conocida como la Carretera Nacional, pues tiene incluso de parte de Laredo, Texas la mejor muestra de refrendo a una “cofradiesca” amistad y prometedora efectividad, luego que 60 tiendas Outler Shopes ya fueron creadas apenas al cruzar por allá al lado americano con una inversión de 220 millones de dólares para dar bienvenida a los neoloneses. Sí que hubo, ventajoso plan.
Sabía usted que. – Esta relación estrecha entre Laredo, Texas y Nuevo León, advertida aquí como un idilio de desleales desventajas se desarrolló aparentemente a espaldas de Nuevo Laredo y resultó ser bien válida pues coinciden dichos vecinos en el entusiasmo y una armonía real por intereses propios y sólo uno en común, como lo es el Puente de Colombia, Nuevo León que está por cumplir 30 años de su creación.