Por Javier Claudio
Aclarando. – Cual si fuera alusivo a aquello que dice; “de que se lo coman los gusanos, mejor los humanos”, así pareciera lo observado por algunos analistas de la economía en los primeros tres años del gobierno a cargo de Andrés Manuel López Obrador, quienes resumen que se ha gastado nueve de cada 10 pesos que había en el Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios (FEIP). Esto es un triste adiós para 297 mil 770 millones de pesos de ese fondo de reserva creado en el año 2000.
Claro que sí. – Con una aportación inicial de nueve mil 133 millones de pesos al inicio del nuevo siglo, estaba establecido que la finalidad era para compensar faltantes en el gasto derivados de una menor recaudación. Resulta que del saldo que se acumuló con los ingresos excedentes de ejercicios fiscales pasados, se tiene que la Federación tomó en el segundo año alrededor de 125 mil millones de pesos para cubrir faltantes en el gasto y cuyo destino se desconoce debido las reglas propias del fondo.
Claridades. – La avasallante encomienda de la llamada 4-T, como es el acabar con toda partida presupuestaria o “guardaditos” adjuntos al Gobierno Federal, esto, por ser sospechoso de malos manejos o simplemente desconocer porque no se movilizan, advirtió que al cierre quedarían en ese fondo –solamente –30 mil millones de pesos para “hacer frente a alguna otra contingencia”, según precisa el documento que fue presentado en su momento por la SHyCP. ¡Nada con el ahorro ni cuentas inmóviles!
Clarín. – Innegable que una de las pruebas más difícil que tendrá el próximo gobierno a cargo de Carmen Lilia Cantúrosas Villarreal, será el control sobre la Secretaría de Obras Públicas, Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, donde la modalidad al nuevo titular será asegurarle el desempeño durante toda la gestión a fin de que cumpla con los compromisos de la administración, pero sin que esto signifique solapar la nulidad de conocimiento que se requiere y demanda, o bien la pusilanimidad.
Clarificando. – La experiencia y mano del ex alcalde Carlos Enrique Canturosas Villareal estará ahí en la Secretaría de Obras Públicas a través de uno de sus principales mosqueteros, esto es el ex titular Carlos Germán de Anda Hernández, sólo que en la dispensa de no le será posible por traer pendiente una demanda interpuesta por el notario público Fernando Mirando, aparentemente vigente. De cualquier manera, De Anda Hernández estaría detrás del mando en esa dependencia de Gobierno Municipal.
Claroscuro. – Otro que suena fuerte para la Secretaría de Obras Públicas o al menos han tratado de proyectarlo es a Mario Salinas Falcón, aunque tendría que hacerle al mago para desaparecer el antecedente de que estuvo detrás de la candidatura a la presidencia municipal de Yahleel Abdala o bien, la otra sería cederle el cargo a su hermano Jorge. Vivimos tiempos de harto celo político en donde por ningún motivo es perdonado aquél del equipo anterior, quien de pronto aparece en la foto con el elegido.
Claro que no. – Quién tampoco deja de moverse y hacerse ver es el arquitecto Sergio Liñán Montes, también con cierta experiencia en Obras Públicas y en algunos rincones de la dependencia, pero como priista. Se sabe que jamás logró hacer un papel laboral relevante que le permitiera el despunte, al optar siempre por acatar a los jefes de manera disciplinada, casi entreguista, como la acción más a la mano para conservar la chamba y la de algunos familiares que los tuvo en nómina con excelentes salarios.
Sabía usted que. – Uno de los vicios que deberá estar obligada a acabar la administración de Carmen Lilia Canturosas Villarreal, es el incumplimiento de obra, que por lo general se le endilga al director Obras Públicas o bien al alcalde en turno. Debe quedar en claro que son los supervisores de obra los responsables directos, que son quienes firman al calce el contrato y jamás aparecen ni mucho menos se les llama cuando surge alguna anomalía. Basta del amañado bajo perfil, los directores de obra particular, también deben ser llamados a la responsabilidad.