Por Javier Claudio
- – Falso hay un nuevo Decreto, sin embargo, aseguran nacionalización
- – Necesaria una “escuelita” para todos los aprontados a diputaciones
- Más del 60 por ciento de la ciudadanía aparece en el Buró de Crédito
Aclarando. – Inmerso el ciudadano en “sueños de pescadores que arrulla el mar”, así aparece frente al largo listado de aspirantes a políticos de los distintos partidos, en tanto hacen fila y hasta sala de espera, sólo para alentarnos más el temor de que no harán un buen papel como representantes de la ciudadanía. Y todo a causa de su falta de conocimiento sobre la problemática de la ciudad y ni qué decir de nuestras leyes. Sí que abusaron de aquello que dice; “con eso de que cualquiera puede llegar”.
Clarín. – Si bien hay un descrédito hacia los partidos políticos y por ende el surgimiento de las candidaturas independientes, también resulta lamentable tanto dinero que se gasta en las campañas y más lamentable cuando no resulta efectivo quien llega al cargo. Es entonces que se insiste en que se acaben los presupuestos para partidos políticos y que quien aspire a algún cargo público lo hago con su propio dinero. Pero ¿y qué de aquellos que pudieran ser buenos candidatos y no tienen recursos?
Claridades. – Vuelve entonces aquello; no más recursos para partidos políticos, sí para los que pretenden de manera independiente, pero qué mejor que esto sea bajo el requisito de pasar por un minucioso examen de capacidad, al menos con lo más elemental en conocimiento, para así entonces ocupar un cargo público. Resumimos que debe exigirse la preparación –al menos básica– de quien aspire y no dejarle mecerse en la inercia de la posibilidad, pero aun si llegase. Urge responsabilidad de quien llegue.
Claro que no. – La pasión por querer llegar no basta. Gobernar con el corazón, tampoco. Deben dejarse los recursos para aspirantes y no para los partidos políticos, siempre y cuando que quienes aspiren pasen por un buen filtro manejado por el Instituto Nacional Electoral (INE), a fin de que mida su capacidad de modo elemental. No es de corazón y corazonada como debe dejársele gobernar a quienes ganen la elección, es con conocimientos básicos, previamente confirmados en una auscultación.
Claro que sí. – Sigue anudada totalmente la importación definitiva de vehículos usados, luego que será hasta el 31 de marzo cuando venza el actual Decreto, según se haría otro, aunque se ha anticipado que continuará el mismo. Que si bien nos hacen desistir de importar con tanta traba, tendríamos que optar por un carro mexicano austero, cuyo valor en el merca nacional oscila en los 183 mil pesos, como es el Spark de la Chevrolet o bien en 248 mil el Río de la Kía.
Claroscuro. – El rechazo a la posibilidad de regularizar más de tres millones de vehículos irregulares en el país, ha propiciado falsas noticias como la del coordinador estatal de ONAPPAFA, Raúl Quintanilla, quien difundió en días pasados que a partir del próximo 1 de abril entrará en operaciones el Decreto Presidencial de Internación de Vehículos “chocolate”, en cual se le dará legalidad a todos los autos que se encuentran de manera ilegal en el país, y sobre todo en las cuidadas fronterizas. ¡Totalmente falso!
Clarificando. – El engaño que podría ser penado por la ley, propaga que la población podrá acudir a los módulos instalados en tesorería municipal y realizar el pago de los impuestos vehiculares de su auto, estos variarán según el año e irán desde los dos mil 500 a doce mil 500 pesos y luego solicitar en la Oficina Fiscal del Estado, las nuevas placas correspondientes a este trámite. Según, esta nacionalización masiva entrarán solamente los automóviles del 2000 al 2013 y más de cinco millones de familias se verán beneficiadas, pues con este trámite todos los vehículos serán legales.
Sabía usted que. – Además de los “candados” que tiene la importación, como es elevar el costo de los servicios de seis mil a 65 mil pesos, limitar solamente en un número de ocho las aduanas para este tipo de operaciones, restricción de horario y obedecer el valor de las unidades a un listado de precios hecho por el Gobierno Federal, la opción de comprar carro mexicano está sofocada, debido a que el 60 por ciento de los mexicanos aparecen en el Buró de Crédito.