Por Javier Claudio
- * -. Un tratado obsoleto y ventajoso del que bilateralmente se saca provecho
- * – . México le gana a EU una demanda millonaria, pero dice no la pagará
- * – . Teamsters en EU, detrás del gobierno, desde donde domina todo el poder
Claridades. – Convertido en un vendaval el Tratado del Libre Comercio de América del Norte, en sus primeras negociaciones hacer surgir una serie de vicios donde tanto Estados Unidos como México ponen en entredicho sus respectivos gobiernos encargados del Comercio Exterior, esto es que el incumplimiento se da de ambos lados en la consabida afectación a la comercialización que existen entre ambos países y por supuesto que de manera adicional obedecería a intereses políticos.
Clarín. – Las primeras revisiones del TLCAN sostienen este acuerdo como obsoleto y ventajoso para nuestro país, esto desde el punto en que México cobra aranceles por mercancía que envía Estados Unidos, en tanto según ese país no hace lo mismo. Otro más sería que nosotros “cautivamos” a empresas norteamericanas ofertando mano de obra barata y dejamos sin empleos a miles allá. La propuesta de Trump exige ser competitivos, eliminar impuestos a su mercancía e igualar salarios.
Aclarando. – El sector autotransporte de carga, sin duda alguna será otro lío, debido al incumplimiento en que aparece sumergido el TLCAN, y en donde todo apunta a una paralización del comercio entre ambos países. En Enero de 1995 cuando acordaron abrir sus estados fronterizos al transporte de carga, y al resto del territorio a partir de Enero de 2000, el objetivo era agilizar la frontera y disminuir costos para ambos, pero EU no cedió a esta apertura argumentando cuestiones de seguridad.
Claroscuro. – Destaca el poder de los Teamsters al hacer acopio de esfuerzos políticos y jurídicos para impedir el cumplimiento del tratado. Incluso, se han presentado demandas para solicitar la anulación del TLCAN e impedir que el Congreso de EU asigne fondos para ampliar las fronteras y la revisión de vehículos mexicanos, esto según versiones de la RK Consultores. Entre los argumentos de negar la entrada a los transportistas mexicanos; vehículos malos y obsoletos y choferes no hablan inglés.
Clarificando. – Durante todo el tiempo que ha durado la negativa de EU para dejar entrar a los transportistas mexicanos, los procesos legales siempre han favorecido a México. Esto es que desde el punto de vista legal, EU no tiene un terreno sólido para bloquear el cumplimiento del tratado, no tienen bases legales, pero la presión política es muy fuerte, según información que desprende del buffet jurídico de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) y es ahí donde todo se torna álgido.
Claro que sí. – Una nueva acción legal en contra de esta negativa de Estados Unidos se abrió recientemente, cuando la Canacar, la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram) y cuatro mil empresas más se unieron para levantar un proceso de arbitraje contra EU por daños y perjuicios. Aunque el daño calculado por todo el tiempo de la negativa es de cinco mil 334 millones de dólares, el monto de la demanda alcanza sólo tres mil 800 mdd, ya que según la ley, no se puede reclamar más de tres años atrás. Hoy con Trump, será más difícil lograr ese pago.
Claro que no. – Otro de los argumentos de protesta del autotransporte de carga mexicano, es el hostigamiento permanente de sus operadores de camiones transfer al cruzar hacia el vecinos país, caso concreto Laredo, Texas, al aplicarles multas hasta por dos millones 800 mil dólares mensuales que, sumadas en toda la frontera alcanzarían los 20 millones de dólares anuales. Otra más y de lo más interesante es que un promedio de 16 operadores mexicanos son sancionados diariamente por mínimas fallas.
Sabía usted que. – La violación del TLCAN le resta competitividad a los productos mexicanos. Tan sólo el transporte de carga representa tres por ciento del PIB nacional, resultando al año más de 6.2 millones de cruces transfronterizos, moviendo 486 millones de toneladas de carga. Sin duda que si bien México ha logrado triunfos en los tribunales, hoy con Trump ya estima cuán difícil resultará “ponerse a las patadas con Sansón”. Así lo dicho, ni tan loco el Trump.