Por Javier Claudio
Aclarando. – El llamado al “quédate en casa” y “usa el cubre bocas”, adquirió un tono de angustia en la Ciudad de México ante el disparado incremento en el número de casos y decesos a causa del Covid-19, enfilándose los hospitales hacia una situación de lo más crítica por la saturación de encamados y quedar a sólo diez días de no poder recibir un paciente más. Ante esta situación debe entenderse que la recién distribución de la vacuna contra el virus, sólo será una medida tenue, pues la gravedad continuará.
Clarín. – A fin de medir con claridad la problemática de salud que ha comenzado a sofocar a la capital del país, se hace recuento en los hospitales autorizados para recibir enfermos de coronavirus y se tiene un ingreso por hora promedio, en tanto que los decesos por este temible contagio pasaron de un registro de entre cinco y seis por día en un nosocomio, hasta rebasar los 20. El remarcar la campaña de quédate en casa y no hagas fiestas a través de nuevas medidas restrictivas está en puertas hoy.
Claroscuro. – El desvío de carga hacia la Aduana de Colombia, ese que tanto hemos padecido, lánguidamente se ha protestado y sin embargo se ha sostenido, jamás ha tenido como resultado el descongestionamiento del Puente del Comercio Mundial, como según pretende hoy la Oficina de Operación de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) mediante un plan piloto que entró en vigor el pasado lunes. Esto es que todo camión de carga vacío irá por la Aduana de Colombia. Así, sólo alimentará peaje allá.
Clarificando. – Y resurge así el por qué la negativa que siempre ha existido en el transportista para cruzar por la Aduana de Colombia, Nuevo León, pues son poco más de 35 kilómetros hacia la aduana neolonesa y otros 35 más hacia el puerto de Laredo, Texas. En suma, serán poco más de 70 kilómetros de diésel, que según se calculan en un gasto de 2.5 kilómetros por litro, lo que daría un gasto equivalente aproximado de 400 pesos del recorrido por lado mexicano, más el americano.
Claro que sí. – Jamás ha tenido beneficio alguno el desvío de carga por la Aduana de Nuevo León, y ahora mediante los vacíos se pretende esa “oxigenación” que a decir verdad está muy distante pues la preferencia geográfica marca la ruta Nuevo Laredo para cruzar hacia el lado americano, como la más corta, cómoda y experta en la clasificación de mercancía. La sinergia de comunicación que tiene la Aduana de Nuevo Laredo, permita también la comunicación directa a la Ruta 35 y todo Estados Unidos.
Claridades. – Oponerse el transportista mexicano sería suicida, pues por principio quedaría vetado de las bondades de la Aduana de Laredo, Texas y por ello tiene que acceder y mostrarse sutil para reflejar la oportunidad de que sea aplicada está medida impositiva para alcanzar el descongestionamiento de carga. Se ha pasado por alto que el puerto de Laredo, Texas actualmente opera al 95 por ciento de su capacidad, es decir que estaría a punto de colapsar. No nos quitaron carga, pero ahora serán vacíos.
Claro que no. – Ningún transportista olvida aquella liberación que se dio del autotransporte de carga, al abrirse una competencia por igual, en donde aquel que tenía uno o dos camiones ofertó hasta en un 50 por ciento los traslados de mercancía a la Ciudad de México y le sobró trabajo al desplazar a los más fuertes. Luego vinieron los efectos, pues el escaso poder económico de los llamados “hombre camión” no pudieron respaldar robos y retardos y la clientela enderezó por empresas serias.
Claroscuro. – Hoy estaría pasando algo similar con los restaurantes y negocios de venta de comida, quienes debido a la emergencia sanitaria y al ser restringidos en sus operaciones, enfrentan la competencia desde la cocina en casa con precios más bajos, entregas a domicilio y con la oportunidad que les permite las redes sociales para anunciar sus productos. Tienen su derecho ante la crisis, admite la empresaria restaurantera, Ana Laura García de Anzaldúa. Pero, unos sí pagan impuestos y otros no.
Sabía usted que. – El porqué de restarle a Nuevo Laredo movimiento de cruces –ya no de carga—es debido a que cuenta con la Aduana más grande de toda la República Mexicana y Latinoamérica. Actualmente, esta Aduana maneja el 38% del comercio internacional entre México y Estados Unidos. Existen tres departamentos de oficinas para atender el comercio internacional que son: la operativa, la informativa y la administrativa dentro de la cual laboran 325 empleados de los cuales el 50% está concentrado por áreas y el 50% por plazas.