
Por Javier Claudio
- – Una buena acción que realicen campañas para promover el voto ciudadano
- – Aquí, porcentajes del abstencionismo en los últimos procesos de elecciones
- – Las “movidas” de constructoras vetadas para continuar participando en obra
Aclarando. – Difícil será el voto el próximo primero de julio, eso sin duda, pues el comportamiento del abstencionismo ya se advierte entre el 30 y 35 por ciento de los casi 89 millones que aparecen registrados en el electorado. No obstante, los análisis de los especialistas advierten que los índices de participación ciudadana en este proceso invariablemente se incrementarán debido a que estarán en juego tres mil 323 cargos de elección popular y donde se incluye la Presidencia de la República.
Claro que sí. – ¿Con cuántos llegaría quien resulte electo? La primera variante la daría la diferencia de votos si se cumple lo que hasta el momento observan las encuestas, con un Andrés Manuel López Obrador, con mucha ventaja sobre sus contendientes; Ricardo Anaya, José Antonio Meade y Jaime Rodríguez “El Bronco”, en tanto que la segunda variante sería propiciada por un voto abrumador de aquél y una tercera –muy difícil—sería que algunos de estos últimos se alzara con el triunfo.
Clarificando. – Según datos del INE, en 1998 México tuvo las elecciones federales con el mayor índice de abstencionismo, esto es un 49.3 por ciento, mientras que en las elecciones presidenciales de 1994 el porcentaje de abstencionismo fue de 22.84 por ciento, mientras que en el 2000, el año de la primera alternancia con Vicente Fox se registró 26.06 sin acudir a emitir voto. En 2006 se incrementó el abstencionismo a 41.45 por ciento y para 2012 se registró 36.7 por ciento de quienes no desearon votar.
Claridades. – Con todos estos datos como antecedente, suena sumamente interesante que aquí se promoviera una campaña en favor del voto, como ya se realiza en algunas partes de la República. Esto es que Agentes Aduanales, Transportistas, Canaco, Coparmex y demás organismos y empresas, con ese mismo entusiasmo de organizan una visita de tal o cual candidato o bien un debate entre participantes, bien pueden integrar un intenso programa que promueva el voto ciudadano.
Claro que no. – No debe olvidarse que dentro de las cifras mencionadas destaca que se estima que 89 millones de personas podrán ir a votar este 1 de julio por el candidato de su elección, con lo cual es uno de los procesos electorales más grandes e históricos del país. La sociedad enfrentará nuevos paradigmas de participación, sobre todo de jóvenes de 18 a 29 años quienes conforman una parte importante del electorado y por su número podrían definir el proceso. Los jóvenes serán una pieza.
Clarín. – Es hora de trabajar por Nuevo Laredo de grupos, organismos y empresarios, con la misma enjundia que poner una mesa y un proyecto al candidato para que realice su actividad proselitista en las reuniones o centros de trabajo. Nos queda muy en claro que hoy en día existe una gran oferta electoral, en donde se ven avances en las promesas de campaña de los candidatos, pero la ciudadanía critica el hecho de que no dicen el cómo lograrán hacer realidad esas promesas. Procuremos el momento.
Claroscuro. – La promoción del voto por parte de estos organismos serios, pondría dinámica a la voluntad del ciudadano para el ejercicio del voto, donde se debe incluir el análisis y el razonamiento por cada uno de los candidatos de elección popular. Es otra manera de contribuir en este proceso que operará un listado nominal de 88.7 millones de ciudadanos. Concienticémonos de esta responsabilidad pues nunca ha ocurrido una elección de esta envergadura.
Sabía usted que. – Cuestionan entre constructores; ¿por qué si la constructora “Copilco” fue un de las empresas detectadas, entre otras tantas envueltas en fraudes en obras de construcción y rehabilitación de colectores, aún se le continúa dando obra? La respuesta es que la razón social de “Copilco” relativamente desapareció y ahora se le entrega obra a su dueño, Chuy López, que es quien cómodamente aparece en la lista de proveedores de las últimas administraciones de Gobierno Municipal, pero como contratista.