Por Javier Claudio
Claridades. – Con más de tres lustros de intensa violencia, es innegable que Tamaulipas sufra la pérdida de eslabones de vida, principalmente de esas personas que fueron víctimas de esa aspereza de manera directa o indirecta y cuyas edades principalmente oscilan entre los 15 y los 25 años de edad. Así, nuestro Estado habría perdido un segmento de vida en esas edades promedio, ya sea por haber sido víctimas inocentes en alguna refriega entre autoridades y delincuentes o bien entre grupos.
Claro que sí. – Y ahí están los resultados de los altos índices de violencia, donde el Sistema DIF Estatal, según su último estudio, identificó a más de tres mil menores que han quedado en orfandad, al cuidado de abuelas o algún familiar, para así optar por acciones como es la conformación de grupos de apoyo para ayudarlos en su desarrollo educativo y económico a través del programa “Nuestros niños, nuestro futuro”. Es innegable, se ve con preocupación esa violenta acotación a la vida.
Clarín. – Aquí ya se podrían observar esos efectos e incluso el Sindicato de Trabajadores de la Industria Maquiladora y opiniones de algunos empresarios, admiten que esa pérdida de vidas que ha roto el consecutivo del eslabón vida es entre las edades que bien podría hacer falta laboralmente y cuyo número en la industria manufacturero suma casi las dos mil vacantes desde hace cinco años. Y se remarca; no es que no haya gente que no quiera trabajar, sino que la que cumple la edad solicitada, está ausente.
Clarificando. – De acuerdo al estudio del Sistema DIF en Tamaulipas, las ciudades con mayor problema de orfandad de niños son las ciudades de Reynosa, Ciudad Victoria y San Fernando, donde dichas descargas de violencia iniciaron después que en Nuevo Laredo. Y sin embargo se asegura que los efectos son mayores allá. Es decir, entonces que, si los incidentes se presentaron aquí primero, deben existir cifras más altas que en aquellas ciudades de menores huérfanos. ¿O no podría ser así…?
Claroscuro. – Este lamentable fenómeno se convierte así no sólo en un clamor sino una exigencia de la ciudadanía para que cada uno de los candidatos, César “El Truko” Verástegui, Américo Villarreal y Arturo Diez Gutiérrez, quien logre llegar a gobernar Tamaulipas, tenga en plena consciencia que el alcanzar la paz ocupa el primer orden, pues tras ello vendría en consecuencia la confianza para darle paso a la inversión, tanto local como extranjera y de ahí el bienestar de las familias. ¡Añejo ideal!
Aclarando. – En el sentir popular, es “el respeto al derecho ajeno” de lo que cada vez carece nuestro país. La ley del más fuerte se impone y es ahí donde quedan en duda quienes procuran la ley y resulta muy lamentable. Los viejos comentan y bien; la política nunca ha sido fácil, los malos políticos la han hecho difícil, y muy cierto. No es un secreto que la ciudadanía quiere el retorno de la paz, la confianza de permitir el paseo y la diversión de sus hijos y que no es privativo de N. Laredo sino de todo el país.
Sabía usted que. – Una de las frases más sonadas en el sector ganadero y que tiende a diluirse entre la recurrente crisis de lluvias e inflación es; “con agua, pasto y dinero, cualquiera es ganadero”. Hoy, lo complejo de este tipo de producción, lo suple aquello de; “nos han hecho empresarios a hue…”, pues todo tienen que administrar y bien, más aún con el retiro de la fila de programas de apoyo del Gobierno Federal y las exigencias de este mismo para estar al día en el reporte de gastos e ingresos.