Por Javier Claudio
- – . Manipulación e infle de obras, logra nuevos ricos y mayor patrimonio
- – . Uno de los peores ejemplos amaga aquí; que Pinfra ampliará carretera
- – . Resuena, ¿por qué Capufe aun cobra puentes que ya fueron pagados?
Claridades. – La pérdida de credibilidad en nuestros gobiernos tiene sustentos en acciones oscuras, amañadas y de total abuso al ciudadano y el de más actualidad sería es el polemizado proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, cuya obra –ciertamente– necesaria, no salva las dudas sembradas por los grupos del poder al anteponerse con beneficios personales a través de los contratos de obra, por supuesto que inflados en sus costos y con los que garantiza sus siguiente generaciones.
Clarín. – Y es que el ganar-ganar es de unos cuantos y estos son los poderosos, aquellos que han llevado a la bancarrota al país por sexenios y siguen detentando el poder. Siendo así, Nuevo Laredo no escapa a contribuir con su “granito de arena” al hacer crecer esos capitales, como será a con la ampliación de la Carretera Nacional, al perfilarse la concesión a la constructora Pinfra (llamada 2005 Tribasa y cuyo nombre cambio debido a una serie de ilícitos), esto a través de una amañada licitación.
Clarificando. – Actualmente Pinfra, cuyo poder económico nace bajo la influencia del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, es una de las principales operadoras de concesiones carreteras en México, al operar cinco de las 10 carreteras concesionadas a nivel federal más caras del país, sobresaliendo de la lista la autopista México-La Marquesa, la cual cobra por cada kilómetro recorrido 3.3 pesos, cuando el promedio es 1.46. Es así que la ganancia será similar en el cobro de la autopista local.
Claroscuro. – Bajo el refrán aquel; “la burra no era arisca, la hicieron”, las concesiones carreteras del Gobierno Federal a particulares en promedio se dan por 30 años, como será el caso de la autopsita de 49 kilómetros de Nuevo Laredo a La Gloria, y dos más de las más rentables estarán bajo la operación de la empresa de David Peñaloza durante 60 años: Esta concesión permite asegurar el futuro de cuando menos dos generaciones de inversionistas y socios.
Claro que no. – Nuevo Laredo no debe ser sorprendido, más aún cuando sobre aviso no hay engaño, pues la historia de Pinfra (Tribasa), si bien en su nueva época ha estado de exenta de escándalos, está precedida por una historia negra de malos manejos y de un rescate carretero que impacto negativamente las finanzas públicas del país. Partamos desde el punto en que engañosamente se le anuncia a la ciudad una inversión, cuando el recurso será un préstamo que nosotros mismos vamos a pagar.
Claro que sí. – Por años el gran negocio del Gobierno Federal ha sido el cobro de peajes en puentes, carreteras y autopistas, no obstante haber sido pagadas y cedidas, en su concesión a la Iniciativa Privada para recuperar la inversión. Aquí tenemos en primer término el Puente I y el II, totalmente pagados desde hace muchos años, cuya inversión hecha por la Federación, –cuando entonces aún invertía– logró la recuperación del gasto mediante el manejo de cuotas de peaje y sin embargo se sigue cobrando.
Aclarando. – El cobro del peaje en carreteras y puentes se ha convertido en un descarado asalto al ciudadano. Y es que si parte de nuestros impuestos son precisamente para la construcción de puentes y carreteras, ¿por qué cobrar entonces algo que nos costó, además de que pillezcamente ya fue cobrado a la ciudadanía? No hay por qué pagar, lo que más bien asemeja el pago de un “derecho de piso” al llamado cartel organizado del cuello blanco, como son los funcionarios de Gobierno que lo integran.
Sabía usted que. – En 1989 costaba 1.5 millones de dólares el kilómetro de pavimento asfáltico y hoy se continúa en el mismo estimativo, sólo que convertidos a pesos y de acuerdo a la cotización actual representan tres mil millones de pesos. Estas cifras serían la coyuntura de las mayúsculas ganancias que representa para Capufe entre los tiempos de cuando se construyó con su respectiva cotización de entonces y la paridad existente hoy.