PRIMITIVO LÓPEZ / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- En 1999, Sabina Flores, una mujer de entonces 43 años de edad, salió de su domicilio en la Ciudad de México y sus hijos no volvieron a saber de ella.
Sabina tuvo un episodio Epiléptico.
Cuando despertó, desorientada, en el Hospital General de Nuevo Laredo, había sufrido una embolia y no podía hablar ni caminar.
En 1999, fue enviada al Asilo Vida y esperanza del DIF-Nuevo Laredo, allí recibió terapia y pudo hablar nuevamente, Rosario, una enfermera del asilo buscó en facebook a los hijos de Sabina, ahora de 63 años, quien los recordaba de 17 y 15 años de edad, no los reconocía.
Marco Antonio y Aracely Suárez Flores recibieron una foto de Sabina y reconocieron a su madre a quien daban por muerta.
Se había logrado un milagroso reencuentro y fue este martes cuando madre e hijos y una nieta se vieron, abrazaron y lloraron de felicidad.
Tras comprobar el parentesco, la señora Adriana Herrera Zárate, presidenta del DIF hizo la entrega del familiar.
Aracely Suárez expresó tener “muchos sentimientos encontrados porque pues no sabíamos nada de ella, pero ahorita que ya la tenemos la vamos a disfrutar a mi mamá. Tiene hermanos, sobrinos, toda su familia está en la Ciudad de México”.
Vivirá con Marco Antonio.
“No, pues estamos muy agradecidos por todo este tiempo que la cuidaron, se ve que la trataron muy bien, de hecho se ve que la estiman ella tiene mucho tiempo aquí, pues muchas gracias a todos ellos que estuvieron con ella”, expresó.
A Sabina la esperan sus hermanos, sobrinos, nietos, y toda una vida que dejó pendiente en la Ciudad de México.