Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- Desquiciantes aparecen los costos en la importación de vehículos, cuyo cometido principal al menos se cumple, como es el sostener los “candados” a este tipo de operaciones aduaneras, afirmó el importador Juan Enrique Mondragón Martínez.
Los tiempos y necesidades son de apuro y la crisis es mucha, por lo tanto, urge que se abra la regularización anunciada por el presidente Andrés Manuel López Obrador a fin de alcanzar el orden que se requiere en el parque vehicular del país, dijo.
Señaló que el desquicio en los precios de importación de vehículos, han sido durante los últimos años la estrategia preferente para mantener a raya este tipo de operaciones para lograr la legalización de autos “chocolates”.
Fue entonces que citó como ejemplo del alto pago de impuestos, una unidad Ford Edge 2014, que paga aproximadamente 38 mil pesos de impuestos y 10 mil en gastos extras, donde se incluyen los servicios aduaneros y el pago del chofer que lleva y trae de Laredo, Texas, Texas la unidad.
En contraparte, dio como comparativo el gasto en impuestos que genera una misma unidad Edge, pero modelo 2008, por la que se paga 58 mil pesos en impuestos y 10 mil pesos más por gastos extras.
“Esto es que se paga más en impuestos por importar un vehículo de modelo viejo que nuevo, con lo que se inhibe toda pretensión de internar al país modelos más antiguos, pero a su vez los deja varados dentro de territorio sin darle un cauce legal”, expresó Mondragón Martínez.
Afirmó que lo que se busca es alcanzar una regularización de tanto vehículo “chocolate”, pero en la consideración de pagar precios razonables y no altos que “más bien impide se logre un control sobre autos extranjeros”.
Puntualizó el importador de vehículos que las reglas datan desde el 2011 y han endurecido este tipo de operaciones, lo que claramente indica seguirá igual el sistema de nacionalización mediante costos altos y la consulta básica de los “pecios estimados”, determinados por la propia autoridad.