Por Roberto Olvera Pérez
Desde que empecé a escribir siempre supe de las dificultades, los atropellos e injusticias que vivimos, los que ejercemos el oficio del periodismo, los que recibimos agresiones en nuestra contra y por venganza, sin embargo me toca ahora comprobar al ser víctima de injurias y aseveraciones infundadas y totalmente falsas, que además puedo probar, las que recibí directamente y fui objeto, sabedor de quien afirma también está obligado a probarlo. Que siempre: el que afirma es para informar debe dar la cara y confirmar sus dichos, pero eso no quiere decir que se acepte o se apruebe lo que en forma indebida, incorrecta y dolosa se me ha dicho.
Decía el poeta mexicano José Muñoz Cota: “El hombre es su palabra”, desde hace años me ha tocado diariamente usar mi palabra para informar, orientar y reflexionar en público sobre lo que pienso, creo y actuó, por lo que considero ofensas graves e imperdonables por carecer de toda verdad e involucrarme en aspectos y en forma de vida que jamás he realizado.
Toca a mi ahora informar a todos los lectores que por años han leído mi columna dialogando, que he iniciado un proceso legal en contra de quienes resulten responsables ante la Subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaria de Gobernación, en donde ya se ha abierto un expediente en el que figura en su primera hoja la denuncia formal en la que expongo mis razones y agravios de quienes publicaron en mi contra: repito, líneas no probadas, y sus afirmaciones infundadas, injustas que carecen de toda veracidad, por lo que me deslindo y considero intolerables por afectar a mis intereses y a los de mi familia y por tergiversar mi perfil periodístico y social como comunicador de oficio el que a diario profeso sabedor de la responsabilidad, trascendencia y compromiso que debo tener con total conciencia que al momento de expresar mis ideas y posturas definidas en cada escrito.
Así mismo estas denuncias ya están hechas ante las instancias correspondientes del Gobierno del Estado de los vientos de cambio en Tamaulipas, del cual he recibido muy buena atención y apoyo.
Ahora me toco a mí ser víctima de la sociedad, incompleta o descompuesta como es en este caso, ser víctima de quienes no respetan los derechos humanos de los demás, ni de este digno oficio del periodismo libre y responsable. Es una sociedad que tiene los valores de justicia y libertad para medir los actos diarios de quienes tratamos siempre de cumplir con nuestro deber; dejo a las autoridades competentes las constancias de las injurias de que fui objeto para que se haga justicia y se dé a los periodistas de todo México el trato de protección y el apoyo que requerimos a realizar nuestro trabajo de información y reflexión publica.
Esto hoy empieza, buscare en lo personal para que siga y termine con justicia y buen trato para la dignidad humana y profesional de los periodistas y en defensa de sus derechos humanos, situación y condición que es importante arreglar para el bien de todos.
Con la conciencia limpia y la seguridad de haber actuado siempre con rectitud, decencia y probidad, me hacen sentirme dispuesto a reclamar justicia y pedir se respete mi condición de periodista y soldado de la información libre, sin más privilegio que el de ser asistido por la protección de la ley y de las instituciones a las que tengo derecho como ciudadano mexicano.
Por lo importante del tema en lo personal, les pido den el espacio de importancia que yo mismo considero justo y necesario. Las notas cortas se las debo en la próxima.