Por Roberto Olvera Pérez
Después de casi un año, el alcalde Antonio “Láminas mentiras” Leija Villarreal y su traidor cabildo, vendido y corrompido siguen sin entender, qué es la administración, pues un informe de gobierno es un desglose de resultados, de acciones ya realizadas, ya concluidas, muy lejos de lo que presentó el alcalde el pasado martes, por cierto, martes 13 para variar.
El alcalde fuereño dio a conocer una lista de obras inconclusas, obras a medias, proyectos recién iniciados y de los cuales nadie garantiza su conclusión, además de una lista de buenos deseos para el próximo año. ¿Usted le cree? Yo tampoco.
No hay rumbo en ese Pueblo Mágico de Tula. Y los tultecos se preguntan: ¿qué hizo con los recursos millonarios que llegaron durante todo un año? ¿A dónde fueron a parar?
Los amigos del café, quiénes más, se dieron cita al evento, mal llamado informe nos dicen, que no hubo algo relevante; lo chistoso fue que el Director de Eventos, conocido como el Máster, ya le urgía que su jefe se bajara del presídium o de plano, no le gustaba escuchar las mentiras del alcalde, pues aceleraba el paso de las diapositivas que se mostraron y el alcalde le reviraba un: “¡Perate tantito, máster!” Muy seguido, ante la risa y pena ajena de los pocos asistentes.
Otra burla hacia los presentes, fueron las menciones de “se pavimentó poquito”, “se hizo poquito drenaje”, pero no dijo que lo que ya sabemos, ese “poquito”, costó una millonada. Pregúntele a su alcalde amigo tulteco, sobre la calle inundada. Una calle inservible e insegura. El mundo al revés, se gastan mucho y hacen poquito.
De los regidores y síndicos ni hablar, solo le han servido de comparsa, les vino a quedar muy grande el puesto. El pueblo los cataloga como la peor administración de Tula y eso que aún les faltan dos años. Que aguante.
Los amigos del café muy atentos estuvieron ahí, para ver si llevaba a cabo la tan cacareada protesta del líder sindical Pancho Mendoza Lumbreras, al final lo arreglaron, el trueque ahora fue unas camisas nuevas, pero solo para 4 personas, incluidas el -dizque- líder charro, los demás trabajadores sindicalizados a seguir sufriendo.
Los amigos del café nos comentan, que los trabajadores molestos eran los encargados de la vialidad, pues decían que para ellos ni una cachucha o playera, mucho menos un par de calzado, solo mal trato y despidos.
De las personalidades que asistieron al evento fue el Profesor Juan Andrés Díaz Cruz, a quién el alcalde forastero juraba llamar a cuentas hace unos años, otra mentira más.
Prácticamente fue un informe de mentiras, oscuro, hueco y sin consistencia, ausente de obras concretas y bien definidas.
NOTAS CORTAS
1.- Por cierto, los trabajadores sindicalizados se preguntan: ¿qué le pasó a Mendoza Lumbreras?, ¿no qué iba a protestar por todas las fechorías cometidas en contra de sus agremiados? Empezarán a circular audios comprometedores de las reuniones sindicales, hasta donde llega el menosprecio por un mal líder. Dicen los madrugadores cafeteros, que el Judas anda muy cerca de Mendoza.
2.- Al alcalde fuereño se le olvidó informar de la función de box celebrada en la oficina de la Dirección de Catastro, dónde a punta de golpes, insultos y porrazos, sacaron a un profesor del CBTA 117, el cual se negaba a dejar su área de trabajo, pero por órdenes del alcalde lo desalojaron de una forma muy altanera y prepotente, pues llegó a dar el aviso un director muy cremoso.
Al güero profesor lo defendió la señora Petra Pérez, pues en esa oficina solo ella manda, fue el mensaje que le mandó decir al alcalde que no da la cara ni ante su equipo cercano. Por cierto, ya muy desilusionado anda ese equipo, dicen los que toman café al amanecer ¿Sera?
3.- El que no lo quiera ver o creer es muy su problema, pero el PRI esta echo “pedazos”, se lo acabaron y lo dejaron para el arrastre. Alejandro Moreno Cárdenas Alito, ya lo hizo “pomada” y lo rasuro más. ¿Cuál es el futuro para varios influyentes socios del PRI en Tamaulipas?
Por hoy es todo, en la próxima seguiremos dialogando del acontecer político tamaulipeco.