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José Ángel Solorio Martínez
Reynosa, Tamaulipas, es y seguirá siendo un enigma, para todo trabajo de prospectiva política. Su clase política, es tan viscosa, y tan abigarrada, que complica, trazar rutas críticas de todo proceso electoral y de sus más prominentes actores. Bastan semanas, para que un precandidato, cambie de camiseta.
Décadas, la ciudadanía ha visto pasar por sus ojos, esos procesos.
Del PRI, salieron los cuadros del PARM que hicieron época en los años 70, con sus intentos parricidas para quedarse con rajas del pastel que mezquinamente el tricolor paladeó por casi un siglo.
Años más tarde, parmistas y segmentos priistas, se lanzaron a la derecha y se sumaron al PAN, que muy pronto se convirtió en la fuerza opositora más potente en la región.
Ningún partido opositor, gobernó tantos y tan poblados municipios del estado como el panismo.
Ese proceso de trenzado de proyectos -PRI, PARM, PAN- se ve con mayor claridad en territorio reynosense.
Las élites más representativas de esa cultura, son las familias Gómez Lira y Peña Domínguez.
El cuerpo político de la ciudad, se mueve con tanta celeridad -pareciera un electrón en donde sus partes se mueven vertiginosamente de un lado para otro, sin perder su natural esencia- que en horas el tejido sociopolítico cambia de lugar en la geometría política.
¿Quién va a ganar la alcaldía el 2024?
¡Rayos!
A bote pronto, se avizoran tres definidas fuerzas: la comandada por Maky Ortiz; la capitaneada por José Ramón Gómez Leal (JR) y la representada por el hijo del gobernador, Ameriquitito Villarreal Santiago.
Ponderando elementos de tierra, estructura, recursos, -humanos y financieros- llevan mano los Maquiavélicos; luego, seguiría JR, con su posición, sus nexos con los factores nacionales, su clientela electoral que rasguña los 90 mil votos y sus incuantificables fondos; al final, a la cola, estaría el ministro sin cartera, Villarreal Santiago, que anda a la búsqueda de un socio para hacerlo candidato.
(Ameriquitito, de no encontrar un amigo para promover, se presume que se sumaría a JR; con Maky se ve remoto una alianza, toda vez que su padre y él mismo, fueron flagelados por los bots de los Makyiavélicos en la campaña a la gubernatura).
Grande problema, tienen los Américos.
Maky, con ese desparpajo para el manejo de los fondos públicos, contrató a dos operadores de respeto: Héctor Garza González y Oscar Luebbert Gutiérrez. Ambos, conocedores de las arterias que llevan votos a las ánforas y experimentados en el manejo del entramado de líderes populares.
Me lo dijo el Betico Valdez:
-Va a ser difícil, derrotar a Maky. Tiene en la nómina, a casi todos los dirigentes de colonias de toda la ciudad. ¡Les paga diez mil pesos mensuales!
Se infiere, que el bloque formado por los Makyiavélicos, con cuadros menospreciados por la familia Villarreal Santiago, está preparado para cualquier escenario.
Si es dentro de MORENA, va.
Si es desde afuera de MORENA, también va.
¿Podrán los Ameriquitos, articular una estrategia válida para evitar el rompimiento de Maky con el lopezobradorismo y pagar un barato costo?
¿Estarán preparados, los Villarreal Santiago, para frenar a los Makyiavélicos si se escurren al MC?
¿Qué tácticas pondrán en marcha la realeza Villarreal de Santiago si gana la alcaldía -a pasar de todo- JR, para cerrarle el paso hacia la gubernatura?
No preocupemos al gobernador…
…no interrumpamos, el sueño de virrey que cándidamente está disfrutando.