Por J Eleazar Avila
Todo cambió en el 2000, con la certeza que Ernesto Zedillo entregó la Presidencia de México al Partido Acción Nacional para jugar al demócrata, en lo que para muchos fue, una traición histórica contra el Partido Revolucionario Institucional.
Cierto, Vicente Fox fue un gran candidato, las “condiciones” estaban dadas y luego de padecer la muerte de Colosio, la crisis de 1994-1995, y la “guerrilla zapatista”, seguramente Zedillo, en lugar de ajustar “la maquinaria” para que el PRI prevaleciera, se fue por el camino fácil de una entrega “necesaria para el bien de México” con la sana distancia de El Estado y el PRI.
¿Llegó el cambio positivo con Vicente Fox? Díganme ustedes, yo creo que no. Tan cierto que se necesitó del maridaje de AN con el PRI para sentar a Felipe Calderón e impedir lo que se aseguró, era “un peligro para México”.
Como la vida es así, poco importa México y sí, solo las riquezas personales. Nadie olvida el “pacto edomexino” de 2017 cuando se deja pasar el PRI del hoy gobernador Alfredo del Mazo, para luego otra vez, “traicionar” al PRI, permitiendo el arribo, ahora sí de AMLO.
El poder a costa de la impunidad para el “Guapo de Atlacomulco” y los suyos de cuadro chico como Luis Videgaray y Miguel Ángel Osario Chong, los más visibles.
Lo demás es historia reciente. Una crónica de polarización que tiene un destino para ser observado y en el mediano plazo, juzgado y en algunos casos, auto-revisado.
El caso más debatido es el tema de la salud, del que el mismo mandatario ha dicho y sin anestesia:
“Ahí tenemos un pendiente, esa es una asignatura pendiente, porque está muy mal el sistema de salud pública” (sic).
Claro que muchos adicionamos a la seguridad con datos firmes, para confirmar que en materia de delincuencia federal, el actual gobierno superó en muertes dolosas al de Calderón y esa es estadística prístina por ser oficial.
Tomando datos de La Mañanera el Universal escribió ese día 20 junio. “Con las 2 mil 910 víctimas de homicidio y feminicidio registradas en mayo, que se convirtió en el mes más violento del año, la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador sumó en las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública 121 mil 642 asesinatos en tres años y medio, superando así los 120 mil 463 acumulados en el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa”.
Son datos formales…
En resumen, pregunto. ¿Estábamos mejor cuando estábamos peor? Y a propósito del fallecimiento de Luis Echeverría Álvarez, fue o no el último gran presidente que tuvimos de 1970 a 1976 y si ciertamente aquí se rompe el adagio que no hay mal que dure 100 años.
Su opinión importa más que la mía… Pero en lo que me consta, de 1976 todos han sido fraudes presidenciales.
Lo mejor de cada casa…
Del cuarto piso.- “CUASI” Detenido
@alitomorenoc en el Aeropuerto Internacional de la #CDMX. Para ser “Show”, ya se puso bueno el Estado de México 2023.
Nostra Política.- “La vida humana eterna sería insoportable. Cobra valor precisamente porque su brevedad la aprieta, densifica y hace compacta”. José Ortega y Gasset.