Se trata de un hombre hondureño de 35 años que se encuentra preso hace 10 años en Estados Unidos, conocido en el mundo de las redes sociales como “JEM-K” un preso en el mundo real, cuenta con casi un millón de suscriptores.
En YouTube es común encontrarse con muchos temas y muchos canales. Sin embargo, entre esta variedad se encuentra el canal de Jem-K, quien desde la cárcel comparte al mundo su vivencia diaria detrás de las rejas, en éste se puede apreciar lo duro de comer, dormir y hasta convivir en una cárcel. En pocas palabras es la cruda realidad narrada por alguien que vive en carne propia el vivir allí.
La gran oportunidad de ser “youtuber” se dio gracias a un programa de reinserción penitenciaria que permite que los presos a los que le falta poco para alcanzar la libertad empezar a tener “contacto con la sociedad”, tal y como él mismo explica en un vídeo.
Los videos que graba desde su celular para sus redes sociales son videos sencillos y sin tanta edición. La principal herramienta que utiliza para llamar la atención es su porte, la manera de contar sus experiencias.
De acuerdo con lo que ha dicho en diferentes videos, él busca que los jóvenes se den cuenta de lo difícil que es estar en una prisión y así no la pisen por ningún motivo. También explica cómo prepararse un desayuno, consejos para afrontar el estrés o rutinas de ejercicios para mantenerse en forma. Habla de sus vivencias en prisión, peleas, historias de violaciones en la cárcel o incluso se atreve a contestar a las preguntas que les hacen sus seguidores.
“Ya que tengo esta oportunidad, el mensaje que quiero llevar al mundo es que no venga para acá. Que haga lo que haga usted, si es malo, este va a ser el resultado final, la cárcel o la muerte”, indicó en uno de sus videos.
“Mi primer día en máxima seguridad”; “haciendo un encendedor en prisión”; “despidiendo a mi compañero de celda”… son algunos de los títulos de sus videos.
Incluso, hay material musical en donde aparece cantando. Es decir, Jem-K es el buen ejemplo de que el camino se puede enderezar en cualquier momento.
“No he matado, ni violado, quise comerme el mundo de un bocado y éstas son las consecuencias. Hice un robo y me costó carísimo. Me da vergüenza porque en mi casa me enseñaron valores y falté a todo ello”, afirma en un vídeo.