
ESPECIAL / LA RED DE ALTAMIRA
Londres.- El “primer británico moderno” tenía un aspecto bien distinto al estereotipo actual: su piel era marrón oscura o incluso negra; sus ojos, de un azul intenso, y su pelo, oscuro y rizado.
Hasta ahora, se pensaba que el llamado Cheddar Mann, cuyos orígenes se remontan a hace unos 10 mil años, tenía la piel mucho más clara.
Pero según expertos del Museo de Historia Natural de Londres y el University College London, no era así.
Aunque antes del Cheddar Man la actual Gran Bretaña ya estaba poblada, se considera que éste marcó el inicio de la ocupación de la isla a largo plazo.
Según Alfons Kenis, coautor del modelo de cabeza realizado a partir de pruebas de ADN, aunque los seres humanos se definan por su nacionalidad, el Cheddar Man pone de manifiesto que “todos somos inmigrantes”.
El Cheddar Man, que llegaba a medir 1.66 metros, tenía una esperanza de vida de 20 años. Al igual que el resto de hombres que por entonces poblaban Europa, era intolerante a la lactosa, por lo que no podía tomar leche de adulto.
Ian Barnes, del Museo de Historia Natural, se mostró entusiasmado ante la combinación del color de ojos y piel y las particularidades del rostro del Cheddar Man. Según dijo, era muy particular.
Los antepasados del Cheddar Man emigraron desde Cercano Oriente hacia Europa. En torno a un diez por ciento de los británicos blancos actuales proviene, según los expertos, de aquellos hombres.