POR DAVID JUÁREZ URESTI
Siempre que anduvo en campaña Andrés Manuel López Obrador, se opuso, por lo menos en lo visible, a contar con cuerpos de seguridad que lo escudaran y resguardaran ante cualquier agresión que pudiera sufrir; “el pueblo me protege”, expresaba insistentemente, cada vez que se le cuestionaba del porque no utilizaba los servicios de personal que le cuidara las espaldas.
Se creía que esta medida era parte de sus estrategias para continuar conquistando, aumentando y multiplicando la simpatía ciudadana, y, por ende, el voto a su favor. Casi se apostaba por asegurar, en cuanto a su protección, que todo sería diferente, si alcanzaba la victoria electoral que lo convirtiera en Presidente de México.
Luego de su contundente triunfo, entre sus quehaceres, compromisos y ocupaciones investido como Presidente Electo, programó una gira de agradecimiento por la mayor parte de la geografía mexicana, a través de la cual, daba a conocer acciones de gobierno, se comprometía a realizar tareas específicas en el área de influencia de la zona visitada y ofrecía mensajes de la manera personal en como conduciría al país.
Debido a que Tamaulipas, en específico, Tampico, lo incluyó en su peregrinar nacional, En Mis Palabras nos propusimos estar presentes en su acto central celebrado el 17 de octubre en la Laguna del Carpintero para constatar si las medidas de seguridad a su alrededor se habían reforzado y experimentar en carne propia, que tan difícil sería estar a su lado y estrechar su mano.
Lo intenté al finalizar el mitin; el tabasqueño abordó el asiento del copiloto de una suburban blanca que lo trasladaría al aeropuerto Francisco Javier Mina, para su retorno a la capital del país. Traté de saludarlo, lo logré, pero fue un saludo muy rápido, ya que, ese objetivo, era el de cientos de simpatizantes que no querían regresar a casa sin, por lo menos, tocarlo, verlo de cerca, dirigirle unas palabras o escuchar su voz directamente.
El objetivo lo conseguimos, sin embargo, no nos quedamos conformes, nos trasladamos al aeropuerto y esperamos su arribo.
Al descender de la unidad motriz saludó y dialogó con grupos de ciudadanos; en la primer oportunidad nos colocamos a su lado, caminamos junto a él, mientras recibía un sinfín de muestras de respaldo y apoyo, subimos por la escalera eléctrica a la segunda planta, estrechamos su mano y, claro!, nos tomamos las fotos del recuerdo con el entonces, Presidente Electo de México…pero, su esquema de seguridad, no se notaba fortificado.
Al asumir oficialmente la Presidencia de la República, anunció que diariamente, encabezará una conferencia de prensa para dar a conocer acciones de gobierno; en sus encuentros en Palacio Nacional con los representantes de los medios de comunicación nacionales, ya ha habido tres sucesos, registrándose la infiltración entre los reporteros, de personajes ajenos al objetivo de la reunión; han sido dos mujeres y un hombre.
Dañar?, agredir?, afortunadamente no, sin embargo, en base al engaño, lograron colarse y dialogar con López Obrador; el primer caso, el de la activista de causas indígenas, María Arredondo Bernal, fue un poco más grotesco, ya que se le trató de impedir que se acercara al mandatario. Lo consiguió.
No pasó a mayores en ninguno de los tres casos, aunque, la verdad, nuestro mandatario debe estar consciente que es estrictamente necesario que, por su investidura como Presidente de México, su seguridad es trascendental para nuestro país…y para él mismo.
Es cierto, es palpable, es visible que Andrés Manuel López Obrador es un hombre sencillo, gentil, atento, amable, pero, como nuestra máxima autoridad, su protección, simple y sencillamente, es deber de estado.
PALABRAS CONCRETAS
Constatado está que el rubro de la construcción en Altamira se ha fortalecido y continúa en evolución favorable, acrecentando sus niveles de inversión y empleabilidad, como efecto del trabajo conjunto que realiza la administración municipal que dirige Alma Laura Amparan Cruz, con el gobierno tamaulipeco al mando de Francisco García Cabeza de Vaca.
Para prueba de ello, el siguiente dato: en el 2018 se han invertido 2,260 millones de pesos en la construcción de un total de 220 mil metros cuadrados, lo que representa una diferencia de 92,000 metros cuadrados y 920 millones de pesos más, a los registrados el año pasado.
En cuanto a empleos en este renglón, el IMSS tiene registrados 8,354 en 2018, más de 2 mil que en el 2017.
No cabe duda, cuando se garantiza la certeza jurídica en una ciudad, como en Altamira, la recompensa es la vitalización de su economía.
PALABRAS BREVES
Conocí a Loreleni Cano cuando laboraba como reportera en El Sol de Tampico, siempre se caracterizó por su responsabilidad y entrega profesional.
Se incorporó al servicio público, encargándose del área de medios en DIF Madero, en el periodo 2013-2016; luego de corto tiempo en Comapa Zona Conurbada, asumió la titularidad de Comunicación Social, como leal colaboradora del alcalde Adrián Oseguera Kernion. Lore, con mi respeto, te envío apreciable saludo.
GRACIAS POR SU LECTURA