
Por David Juárez Uresti
Tal vez usted, al leer el encabezado de esta columna, se imaginó inmediatamente al hombre que gobernó México durante 30 años, el oaxaqueño José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, lamento decirle que se equivocó, a quien nos referimos es a Porfirio Muñoz Ledo y Lazo de la Vega, uno de los políticos más completos, inteligentes y brillantes de nuestra nación, quien, a sus 85 años de edad, preside la Cámara de Diputados en la LXIV legislatura.
Su capacidad mental, constante estudio y preparación, han convertido a Muñoz Ledo en un personaje conocido y, reconocido, por quienes están inmersos en la política de nuestro país, y, por los que no lo están, también, ya que, como un auténtico combatiente, luchador y defensor de sus propios ideales y de las causas y corrientes partidistas que ha representado a lo largo de su trayectoria, frecuentemente aparece su nombre en reseñas informativas, ya sean impresas, televisivas, radiofónicas ó en internet.
Sabido es, que Porfirio Muñoz Ledo ha militado en partidos como el PRI y PRD, de los que fue su dirigente nacional, del extinto PARM, al que abanderó como candidato presidencial, así como, del PT, actualmente, es integrante de MORENA.
En los sexenios de Luis Echeverría y José López Portillo, época en la que la fuerza del “dedo presidencial” estaba en todo su apogeo, fue considerado como un posible abanderado tricolor, pero ese momento, no llegó. Incluso, en sus memorias, relata una anécdota registrada previo al “destape” del candidato priísta que buscaría la sucesión de Echeverría; este último, fue a su casa a buscarlo, y al pasar al patio en el que se encontraba, le dijo que era muy pequeño para recibir contingentes, en ese momento, Múñoz Ledo interpretó que iba a ser el elegido, por lo que, optó por comprar el terreno de atrás…pero López Portillo, fue el designado.
Su trayectoria como servidor público, la verdad, es extensa, destacando la titularidad en dos secretarías: la del Trabajo y Previsión Social y la de Educación Pública.
También ha desempeñado funciones como embajador ante dos entes internacionales: la UNESCO y la Comunidad Europea.
En Mis Palabras, toda esta experiencia y sagacidad acumuladas en tareas políticas y como servidor público, las hará valer al frente de la máxima tribuna del país, de hecho, ya la puso en práctica, al meter en orden en el arranque de los trabajos legislativos actuales, a Gerardo Fernández Noroña, diputado morenista, que se ha caracterizado por sacar de quicio con declaraciones y actos de protesta, a políticos de todos los niveles, por cierto, en su momento, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón no fueron ajenos a sus arrebatadas y originales acciones, mucho menos, los integrantes del Estado Mayor Presidencial, que hacían malabares y uso de la fuerza para contenerlo…pero Porfirio, en San Lázaro, con diplomacia y aplomo, sí pudo.
Esta es una simple prueba de lo que se espera ver en la Cámara Baja, con un Múñoz Ledo conduciendo las sesiones con sabiduría y vehemencia, conteniendo los embates de diputados que intenten, alzando la voz y con aspavientos, crear desorden legislativo. Si ese fuese su objetivo, van a batallar, y mucho, porque, para lograrlo, tendrán que enfrentarse a la brillantez política de un hombre al que muy poco le falta para que se le llame, Don Porfirio.
PALABRAS DEPORTIVAS
Esta ocasión deseo compartir con ustedes una anécdota personal, la viví en 1992, fue en el Estadio Marte. R. Gómez, de Ciudad Victoria, en el arranque de la temporada oficial del Torneo de Liga del máximo circuito del futbol mexicano.
Los Correcaminos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, recibían la visita de las Águilas del América, ese solo hecho, era suficiente para que la casa naranja luciera abarrotada hasta las estructuras del alumbrado del inmueble, sin embargo, había un ingrediente adicional muy significativo: la presencia, para mí, y seguramente para muchos, de la máxima figura del balompié mexicano: Hugo Sánchez Márquez, quien, recién llegaba de tierras ibéricas.
El “Niño de Oro” procedía del cuadro merengue del Real Madrid, volvía a las canchas nacionales a derrochar talento, calidad, energía, voluntad y deseos de seguir triunfando, anotando soberbios goles…y ganando mucho dinero.
En ese entonces, un servidor, bajo el mando de Marco Reyna, laboraba en el departamento de noticias de XHAB Canal 7, en el área de Reynosa-Mc Allen, donde también desempeñamos funciones de coberturas deportivas, debido a ello, se me asignó para acudir a la capital de nuestro estado y recabar información referente al retorno a México de Hugol.
Cuando el cuadro capitalino saltó a la cancha, un enjambre de reporteros, entre los cuales nos encontrábamos, nos mantuvimos expectantes, observando principalmente, los movimientos del Pentapichichi (5 veces obtuvo el título de goleo individual en la Liga de España).
El encuentro aún no iniciaba, Hugo dominaba el balón en el centro de la cancha. Como nadie lo intentó, ni se animaba, le hice una seña a mi camarógrafo Guztavo Zúñiga (QEPD), para que me siguiera en búsqueda de las impresiones del artillero goleador, apresurando el paso, llegamos hasta él solicitándole sus palabras en su regreso a las canchas aztecas.
No había culminado nuestro primer cuestionamiento, cuando una nube de micrófonos de reporteros de numerosos medios locales, estatales y nacionales, se unían a la apresurada entrevista con el especialista en chilenas, quien, caballeroso, educado y amable, respondió a nuestras preguntas.
Esas fueron las primeras declaraciones que, a nivel de cancha, concedió a un medio informativo Hugo Sánchez Márquez, después de su retorno a México de tierras españolas, captadas, por su servidor y amigo que, En Mis Palabras escribe.
Por cierto, el cotejo terminó 1-0 a favor del América con un soberano golazo, de zurda, de quien creen?…, efectivamente, de Hugo Sánchez Márquez.
PALABRAS BREVES
Estimado CP, Rubén, mi hermano menor, sabes bien el agradecimiento hacia ti, por tu apoyo, respaldo y solidaridad para conmigo, estoy seguro que en tu tarea actual, tendrás el éxito anhelado, porque DIOS Nuestro Señor te conduce y te bendice.
GRACIAS POR SU LECTURA