Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- Aun cuando los aumentos al precio del diésel no fueron tan drásticos en el 2021 como años anteriores, los precios de refacciones, más costo en peajes y la pérdida de su valor del Peso, el 2022 advierte un “cuesta arriba” para el sector transporte de carga, según opinión del sector trasportista de carga.
Gregorio Saavedra Meléndez, dueño de una pequeña empresa de autotransporte de carga afilado a la Central de Servicios de Carga de Nuevo Laredo, dijo que el presente año será de altos riesgos para una gran cantidad de empresas transportistas, lo que los obligará por una administración más acuciosa debido a que no podrán resistir la aceleración del gasto.
“Y a esto habría que sumar los ajustes en cobros que ya aplican de arranque, además de los que se acumulen conforme transcurre el año, lo que invariablemente hará más difícil la operación de autotransporte de carga”, asentó.
Mencionó que, como medida inmediata, el sector autotransporte deberá ajustar sus tarifas de flete, mismas que se tendrán que negociar con el cliente, una vez más, esto ante la serie de incrementos que se tienen desde el año pasado, comentó.
Señaló que al alcanzar el precio del diésel 21.95 peos por litro, la inestabilidad económica de las empresas de transporte ha sido irremediable, para así situarlas en un punto cercano a la reducción severa de operaciones o finalmente la quiebra.
Saavedra Meléndez, calificó de desfavorable del todo el panorama que se observa para el sector transporte de carga, cuya sobrevivencia ya no dependerá al cien por ciento del instinto comercial, sino de las reconsideraciones que se pudieran dar del gobierno.
Hizo saber que, con esta serie de ajustes, el transportista resultará tan afectado como el cliente, pero mayormente la ciudadanía al llegar la mercancía con esa serie de variantes en los precios, entre ellos principalmente la de los alimentos y que contribuye a ese siete por ciento inflacionario.