EL AMARILLO Y MORADO QUE NOS RECUERDAN A QUIEN YA NO ESTÁ
Nora Castro/ La Red de Altamira
Tampico, Tamaulipas.- Amarillo y morado son los colores que predominan estos días en los altares de muertos.
Las flores que engalanan esta tradición y cuyo olor penetrante es ya característico de estas fechas nos evocan a los que ya no están…
La tierra…sabia cuna es el templo de la flor de cempasúchil y mano de león, ambas sembradas desde antes de octubre de cada año y cortadas entre los días 26 y 28 del mismo mes.
Los campesinos de Tepatitlán…un pueblo de Veracruz de donde se exportan, las cuidan como una joya, y es que para ellos lo es por el valor que les implica su venta.
Don Gabino Cruz, campesino por más de 25 años dijo que ver crecer estas flores implica trabajo, esfuerzo y tiempo, pero sobre todo entrega pues hay que permanecer observándolas para quitarles lo que les obstaculiza el desarrollo.
“Los trabajos son los mismos y complicados porque lo que le decía, hay que prepararlo, rastrillar, surcar y meter abono granulado para que la planta crezca, porque de lo contrario la planta no desarrolla, una vez que está el planteado hay que estar metiendo rocío, metemos un foliar para que se mantenga la planta en un color verde y cuando no nos quiere reventar lo que es la flor tenemos que meter un material para que la flor produzca, para que salga”, dijo el hombre.
En la lengua Náhuatl se pronuncia “cempoa-xochitl” y significa “20 petalos” de una leyenda de enamorados protegidos por el sol.
La flor morada, mano de león tiene por su parte propiedades se dice que medicinales, astringentes y depurativas y es muy utilizada con fines de ornamento y ceremonial.
“Yo aquí por ejemplo le podría sacar unas 300 pacas al terreno, tengo casi una hectárea de sembrado de flor… mire pues a veces nos va más o menos no se puede decir que sea una cosa abundante verdad pero ya para reponer lo que invertimos hay la llevamos y ya si nos va bien la temporada que no nos pegue un agua y no nos eche a perder lo que es la flor pues andamos sacando alrededor de 35 mil pesos”, insistió.
Las áreas surcadas que tras un tiempo se convierten en un escenario donde se componen el olor y color dan el claro matiz de estas fiestas….que dejan la esperanza de mejores tiempos económicos para el campo.
El crecimiento y desarrollo de cada una de estas flores simboliza un éxito…cuidadas de inicio a fin mueven los sentimientos de quienes las cortan, las empacan y las venden…en ellas va implícito el trabajo de muchos y la protección de la madre naturaleza.
“Yo creo que para nosotros es una cosa hermosa porque ya nos acostumbramos a ello y lo que más bonito sentimos es que la gente viene contenta y siempre nos llena de satisfacción porque esta flor como es criolla tiene un olor bonito me entiende es un olor atrayente y que realmente a nosotros nos emociona si usted quiere cuando nos dice esta flor huele”, recalcó.
La tradición lo marca…usar estas flores en cada uno de los altares mantiene el simbolismo del camino del difunto hacia su origen, pero también es el claro significado de nuestras raíces y el amor por la tierra.