ESPECIAL / LA RED DE ALTAMIRA
Científicos de la Escuela de Medicina de Harvard y el Centro de Diabetes Joslin, ambos en Estados Unidos, han calculado cuántos genes hay en el microbioma de una persona y, según publican este miércoles en la revista Cell Host & Microbe, han llegado a la conclusión de que puede haber más genes en el microbioma humano colectivo que estrellas en el universo observable.
Los astrónomos han calculado que hay alrededor de mil millones de billones de estrellas con lo que, si se comparan las cifras y se confirma que al menos la mitad de estos genes parecen ser únicos para cada individuo, la diversidad resultante supera con creces las expectativas de los investigadores.
Se estima que la investigación es el análisis más grande de su tipo hasta la fecha y el primero en incluir muestras de ADN de bacterias que residen tanto en la boca como en el intestino. Estudios anteriores se han centrado en uno u otro. Aun así, el trabajo supone solo el comienzo de los esfuerzos para analizar todo el genoma del microbioma humano.
“El nuestro es un estudio de entrada, el primer paso en lo que probablemente será un largo viaje hacia la comprensión de cómo las diferencias en el contenido de genes impulsan el comportamiento microbiano y modifican el riesgo de enfermedad”, dice el primer autor del estudio, Braden Tierney, un estudiante graduado de la Facultad de Medicina de Harvard.
Los científicos estiman que el microbioma humano contiene billones de bacterias, la mayoría de ellas inofensivas, muchas beneficiosas y algunas que causan enfermedades. La creciente evidencia ha revelado el papel de estos microbios como poderosos moduladores de la enfermedad y la salud.
Los cambios tanto en el recuento como en el contenido bacteriano se han relacionado con el desarrollo de afecciones que van desde la caries dental y las infecciones intestinales hasta las más graves, como la enfermedad inflamatoria intestinal crónica, la diabetes y la esclerosis múltiple.
La mayor parte de la investigación hasta la fecha se ha centrado en mapear los tipos de bacterias que habitan nuestros cuerpos en un esfuerzo por determinar la presencia de una especie bacteriana determinada y cómo podría afectar el riesgo de enfermedad. Por el contrario, la nueva investigación profundiza mucho más, observando los genes que componen las diversas especies y cepas microbianas.
“Al igual que no hay dos hermanos genéticamente idénticos, tampoco hay dos cepas bacterianas genéticamente idénticas –dice el coautor principal del estudio, Chirag Patel, profesor asistente de informática biomédica en el Instituto Blavatnik de la Facultad de Medicina de Harvard–. Dos miembros de la misma cepa bacteriana podrían tener una composición genética marcadamente diferente, por lo que la información sobre especies bacterianas por sí sola podría enmascarar las diferencias críticas que surgen de la variación genética”.
La catalogación del conjunto de genes microbianos podría informar el diseño de tratamientos dirigidos con precisión, según el coautor principal del estudio Alex Kostic, profesor asistente de microbiología en la Facultad de Medicina de Harvard e investigador en el Centro de Diabetes Joslin.
“Tales terapias estrechamente dirigidas se basarían en la composición genética microbiana única de una persona en lugar de solo en el tipo bacteriano”, dice Kostic.
En el estudio, los investigadores se propusieron estimar el tamaño del universo de genes microbianos en el cuerpo humano, reuniendo todos los datos de secuenciación de ADN disponibles públicamente en microbiomas orales e intestinales humanos.
En total, analizaron el ADN de unas 3 mil 500 muestras de microbioma humano, de las cuales más de mil 400 se obtuvieron de la boca de las personas y 2 mil 100 de su intestino.
Los investigadores encontraron que había casi 46 millones de genes bacterianos en las 3 mil 500 muestras, alrededor de 24 millones en el microbioma oral y 22 millones en el microbioma intestinal.