Por Clemente Castro González
Con la novedad de que se dio el visto bueno para conformar la coalición PAN, PRI y el PRD en 158 distritos de los 300 de mayoría relativa que estarán en disputa en las elecciones del 2021.
Lo que se acordó entre los partidos coaligados es que de los 158 candidatos que van en común 61 sean del PAN, 53 del PRI y 44 del PRD.
De los datos significativos tenemos que en Tamaulipas, al igual que Jalisco, Morelos y Querétaro, no tendrá efecto esa alianza y, por tanto, los institutos se rascaran con sus propias uñas.
La realidad en el estado es que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el Partido de Trabajo (PT) y Partido Encuentro Social (PES), con la coalición Juntos Haremos Historia, ganaron seis de los nueve distritos federales electorales en las elecciones del 2018.
De modo que el PAN únicamente triunfo en un par de distritos (Nuevo Laredo y Mante) y en coalición con el Movimiento Ciudadano (MC) se adjudicaron el distrito 05 con cabecera en Victoria.
En cuanto al PRI, éste fue prácticamente borrado del mapa político electoral en cuanto a las diputaciones federales y si bien cuenta con una representante tamaulipeca, se debe a que la cúpula priista logró colocar a MARIANA RODRÍGUEZ MIER Y TERÁN en una posición privilegiada en la lista de la Segunda Circunscripción Plurinominal en donde se agrupa a Tamaulipas.
Se entiende que priistas, panistas y perredistas van por la revancha en el contexto nacional. Y en la entidad, principalmente los del albiceleste, tratarán de sacarse la espina dado la derrota parcial que aún les pesa.
Cabe señalar que al inicio de la legislatura actual, la Cámara de Diputados quedó conformada de la siguiente manera: 251 representantes populares de Morena; 78 del PAN; 48 corresponden al PRI; 46 se adjudicó el PT; 27 se adjudicó el MC; 24 alcanzó el PES; 12 sumó el PRD; 11 el PVEM y tres se asumieron sin partido.
Por supuesto que hubo acomodos y reacomodos de las y los diputados pero, en general, así se ven las fuerzas políticas en la Cámara baja.
Modificar la correlación de fuerzas y establecer lo que llaman equilibrio, es lo que pretende la conformación de la alianza entre el PRI, PAN y PRD.
Sin embargo, los institutos en mención no la llevan fácil si nos atenemos a los bajos porcentajes que traen en la intención del voto y el desgaste que han tenido a lo largo de dos años de confrontación con el presidente, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
Hay quienes afirman que los opositores equivocaron la estrategia y perdieron valioso tiempo al dedicarse a lanzar ataques, a diestra y siniestra, en lugar de “vender” propuestas sensatas y convencer a los ciudadanos de la necesidad de cambiar de rumbo en el ejercicio de gobierno.
Los números son contundentes y dan cuenta del índice de popularidad de que goza el Jefe del Ejecutivo Federal, al acumular 71 por ciento de aceptación de parte de los ciudadanos.
Además, al coaligarse los partidos señalados le dan la razón al mandatario que, desde años atrás hablaba del PRIAN pese a que las cúpulas de éstos organismos siembre lo negaron.
Para no variar, a esa alianza que parece no ser de coyuntura sino más profunda, se sumó el PRD, un partido que continua perdiendo militantes y clientela electoral dado los pésimos cálculos políticos de los dueños del membrete, entiéndase los llamados “Chuchos” o corriente Nueva Izquierda.
Los críticos ven que la derechización perredista se acentúo en el sexenio de ENRIQUE PEÑA NIETO y se consolidó en las elecciones del 2018 en el que participaron en alianza con el PAN.
Con relación a Tamaulipas, el Sol Azteca desde hace tiempo va en picada y su presencia acá es más bien marginal.
La buena noticia para los panistas es que no tendrán porqué ceder espacios a sus aliados en los distritos que estarán en disputa en el estado y eso les dará capacidad de margen para repartir mejor las candidaturas.
En contraparte, esa no es información agradable para los priistas que comanda EDAGAR MELHEM SALINAS y menos para el perredismo o lo que queda de él en la entidad.
Al menos en el arranque del proceso electoral la intención del voto va en favor de Morena al acumular un 34 por ciento mientras que Acción Nacional anda en 17 por ciento, el tricolor trae un 16 por ciento y el perredismo se ubica muy lejos.
Esos son datos que se mueven en el ámbito nacional y acorde a una encuesta reciente. Habrá que ver la manera en que aterriza esa tendencia en el estado y si el panismo y la jefatura política logran imponer su condición de “locales”.
Lo que no tiene vuelta de hoja es que para LÓPEZ OBRADOR y el partido del que emana, las elecciones del próximo año son la oportunidad para continuar desarrollando la Cuarta Transformación (4T) si se refrenda la mayoría en la Cámara de Diputados.
Para los opositores los comicios igual son fundamentales ya que si no alcanzan los objetivos y metas trazados no solo se olvidarán del equilibrio que pretenden tener en la Cámara sino que podrían truncar sus esperanzas de regresar a la presidencia en el 2024.