Por Clemente Castro González
Por aquí y por allá suena voces que alertan de posibles imposiciones que penden sobre Morena en perjuicio de la verdadera militancia o de personajes externos que mueven “masas”.
Esos críticos repiten a coro que el “cochupo” se palpa en el ambiente y que ello obedece a la línea centralista trazada por el dirigente nacional del partido, MARIO DELEGADO CARRILLO y cuyo operador principal en Tamaulipas es el diputado ERASMO GONZÁLEZ ROBLEDO.
Pero los pregoneros del mal que se avecina no aportan mayores datos y solo ofrecen su expresión como si fuera verdad indubitable.
Son exigencias y posturas valentonas de hombres y mujeres que, de forma simplista, juran y perjuran que no “permitirán imposiciones”.
A juzgar por la firmeza expresiva de los demandantes, se supone que cuentan con organismos de base, ordenados, destacamentados y listos para movilizarse en defensa de la democracia partidista.
Y no es que se dude de que en los entes políticos hay líderes susceptibles de llevar a cabo arbitrariedades para favorecer a sus amigos e incondicionales.
Eso y más puede darse si se actúa de manera tradicional, entiéndase sin principios y reglas claras. El añadido es que Morena todavía no es un partido de nuevo tipo pero, se supone, está ese proceso.
Lo que advierten los aparentes defensores de la congruencia partidista vale pero no hay evidencia para concluir que lo exteriorizado es muy probable se haga realidad.
Tampoco debe soslayarse que los partidos están expuestos a tener agentes dobles y su comportamiento, cuando así se lo mandatan intereses externos, es ruido con el propósito de atacar determinados prospectos y minar la credibilidad de su instituto.
Habrá que ver si los y las demandantes cuentan con una historia de trabajo en la construcción de estructuras partidistas, participación en contiendas electorales e igual en luchas sociales y si en verdad ejercen un liderazgo o no pasan de ser tigres o tigresas de papel.
Es pertinente ver cuál es en los hechos su aportación a la causa y que tan consecuentes han sido cuando sus adversarios arremetieron contra su proyecto.
Al parecer esas voces que en la actualidad hablan de “imposición adelantada”, guardaron silencio cuando, en los comicios pasados, realmente se dieron selecciones de candidatos de manera irregular con el propósito, según opiniones, de allanar el camino a sus disque contrarios.
Pero en aquel entonces los que ahora tratan de erigirse en la conciencia morenista tamaulipeca no se veían y menos se escuchaban.
Tampoco se observaron en calidad de contestatarios, cuando desde el gobierno panista se atacó a su partido, al presidente de la República y a la Cuarta Transformación (4T).
En la actualidad políticos alineados con el morenismo denuncian la existencia de presiones desde el aparato gubernamental y esos que se desgañitan alertando sobre la presunta imposición no son capaces de emitir un mensaje de apoyo a sus “camaradas”. Pareciera que la virgen les habla o mejor dicho, que actúan bajo consigna y estipendio.
Queda claro que en política sobra el oportunismo, la farsa y el cinismo, además de no faltar los infiltrados; esos que antes se les llamaba agentes de gobernación u orejas.
AL CIERRE
Las comparecencias de funcionarios estatales pasan desapercibidas, como que si lo que van a informar y explicar solo sea materia de los diputados.
Son acontecimientos a los que se les debería dar la suficiente publicidad, similar a lo que se hace cuando se dan informes gubernamentales.
Al fin y al cabo los y las asistentes a comisiones de la legislatura acuden a fin de hacer un desglose del estado que guarda la administración pública en lo que refiere a las áreas que están a su cargo.
Lo que se hacía en tiempos del priismo, por supuesto que no había contingencia sanitaria, era mandar a los servidores públicos a un Congreso a modo para cubrir el expediente.
Ahora tendría que ser al contrario. De tal manera que se dejara claro lo que se hace en beneficio de los tamaulipecos, de manera detallada y ver si los diputados en realidad representan a la población o solo sus intereses y del grupo o partido que los llevó a la “curul”.
Por si no lo sabía, el martes desfilaron por Comisiones JOSÉ JORGE ONTIVEROS MOLINA, MARÍA DEL CARMEN ZEPEDA HUERTA, CECILIA DEL ALTO LÓPEZ y FERNANDO OLIVERA ROCHA, titulares de Seguridad, Contraloría, Obras Públicas y Turismo, en forma respectiva.
El día de ayer estuvo ante el Pleno la secretaria de Salud, GLORIA MOLINA GAMBOA para la Glosa del Cuarto Informe del Ejecutivo Estatal.
Durante su intervención habló de que en la dependencia que dirige se prepara un plan de vacunación contra el coronovirus.
Lo que harán es tener una red para refrigeración del biológico y dar prioridad a los grupos de riesgo en cuanto a la aplicación de la vacuna.
Se sabe que hubo cierto “apriete” por parte de los morenistas pero hasta ahí.