
Por Clemente Castro González
“Dejaron la mesa puesta”, lamentó el Vocal Ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE), cuando aludió a la cancelación del debate porque cuatro de los cinco candidatos al senado de la República, de última hora, declinaron la invitación para acudir a un evento que ya se había acordado y no sólo eso, estaba todo dispuesto para su realización–temas, mecánica, moderador, recinto, día y hora.
Pero algo sucedió y, a pocas horas para la realización de dicho acontecimiento, éste se descarriló.
Sucede que los partidos Acción Nacional (PAN), Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (PANAL), entregaron una carta al INE en la cual declinaban la invitación, en otro momento avalada.
Igual marcó postura el Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), cuyos líderes condicionaron la participación de su aspirante a la cámara alta, a que fueron el conjunto de sus adversarios.
De manera que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) quedó solo, con su propuesta y las ganas de debatir.
Ante ello el funcionario del INE, convocó a una rueda de prensa, en el Auditorio del Centro de Excelencia de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), para tratar de ponderar que se había perdido una oportunidad de fortalecer la incipiente democracia que tenemos.
Lo que no se quiere aceptar es que el árbitro de la contienda se vio tibio desde el principio, cuando el PAN y el PRI, le hicieron llegar la petición para que se realizara un evento de tal magnitud.
Dese el inicio se dejó el tiempo correr y, hasta que no empezaron las presiones de los candidatos de la fórmula del tricolor se retomó el tema que se movió desde el arranque del proselitismo.
Tampoco se da una explicación puntal de por qué el Vocal Ejecutivo del INE no cabildeo, una vez recibidas las dos peticiones, para el debate, ante medios de comunicación, organizaciones de la sociedad civil o universidades para que fueran dichos entes los que se hicieran cargo de la organización del debate, tal y como marca el reglamento correspondiente.
Era lo más viable en tanto que el personal del INE, incluido Trujillo Trujillo, lo que les sobran son ocupaciones en la presente etapa del proceso electoral.
Pero tampoco el tricolor o los del albiceleste dieron a la tarea de hacer lo propio y, al final del día, sucedió lo que ya se respiraba en el ambiente político electoral.
Habrá que subrayar que quienes decidieron no tomar parte en el debate, por lo que haya sido, no están obligados por la ley para acudir a un acto de esa magnitud.
Con el añadido de que estar o no estar, se mueve en el marco de las estrategias electorales de los candidatos y partidos.
Porque de lo que se trata es de administrar las ventajas que se pudieran llevar con relación a los rivales.
En ese sentido podríamos entender la postura del PAN y MORENA, el primero al poner trabas para entrar a la contrastación de ideas, plataformas y propuestas con sus rivales y al segundo instituto, al condicionar que estaría en el debate si iban todos al mismo.
Igual se comprende la urgencia del tricolor por dejar constancia de sus ímpetus democratizadores y lucirse ante el respetable, con sus candidatos, cuya experiencia en el manejo de éste tipo de formatos.
Aunque los priistas aseguran que están en cúspide en cuanto a preferencias electorales no necesariamente es así y de ahí su insistencia en debatir para ganar puntuación.
Habrá que puntualizar que no es lógica la postura sumida por el PVEM y tampoco la del PANAL, a no ser que, como dijera en rueda de prensa SERGIO GUAJARDO MALDONADO, dirigente del PRI en la entidad: “es tiempo de que se desteten del PAN”.
Se vale el comentario pero tampoco es para rasgarse las vestiduras en tanto que no hace mucho, éstos mismos organismos “bailaban” al son marcado por el Revolucionario Institucional.
Las referencias ahí están y solo es cuestión de hurgar en el pasado reciente, cuando el PRI era partido en el gobierno.
Se trata, ni más ni menos, de una especie de sopa de su propio chocolate que, desde luego, no es lo óptimo para animar la cultura de participación de los electores pero se da.
Lo cierto es que se canceló la oportunidad de que los ciudadanos pudieran observar algunos rasgos, actitudes y capacidades de los que quieren tener la representación de los tamaulipecos en la cámara alta.
En fin, en calidad de mientras se quedó en el intento, muy cerca de la meta el ver, frente a frente, a los contendientes al Senado, entiéndase, YAHLEEL ABDALA CARMONA, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA, PATRICIO KING LÓPEZ y OSCAR MARTÍN RAMOS SALINAS, de PRI, la coalición “Juntos Haremos Historia”, “Por Tamaulipas al Frente”, PVEM y PANAL, en forma respectiva.
AL CIERRE
Hoy más que nunca las autoridades electorales están obligadas a colocarse a la altura de las circunstancias, porque conforme se acerque el día de las elecciones y cuando se de a jornada electoral, los problemas aumentarán de manera notable.
Por lo pronto empiezan a llover las denuncias ante la FEPADE, de parte de unos contendientes en contra de otros.