Por Clemente Castro González
En el ámbito eclesiástico, principalmente en la Diócesis de Victoria, que abarca municipios de la zona centro de la entidad y del altiplano, de tiempo atrás se comentaba que la salud del Obispo, ANTONIO GONZÁLEZ SÁNCHEZ, no era la óptima.
Y es que en más de una celebración se notó que el guía religioso mostraba signos de deterioro y pese a ello seguía cumpliendo la encomienda dada por la jerarquía eclesiástica.
El registro establece que llevaba al menos 25 años al frente de la Diócesis y tiene 78 años de edad.
Al fin de cuentas dejó su encomienda y eso se hizo público mediante un comunicado que se divulgó a través de redes sociales desde una cuenta de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
El texto dice: “Informamos que su Santidad Francisco aceptó la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis de Ciudad Victoria que Mons. Antonio González Sánchez presentó por motivos de salud. Queda como Administrador Apostólico Arzobispo de Monterrey-Mons. Rogelio Cabrera López”.
Por su parte, el Vicario General, Presbítero FERNANDO SANDOVAL MARTÍNEZ, por medio de un comunicado dio cuenta que luego de “un tiempo de reflexión” entregó su renuncia a su “Santidad Francisco” por motivos de salud.
“Mons. Antonio, ha presentado, y se ha confirmado con exámenes médicos, un incipiente Alzheimer que le dificulta seguir sirviendo pastoralmente a esta diócesis como él quisiera”.
Debido a ello, éste martes estuvo al frente de la misa en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en la ciudad capital, el Arzobispo de Monterrey, ROGELIO CABRERA.
Incluso al interactuar con reporteros sostuvo que viene a preparar al pueblo y a los sacerdotes para recibir al Obispo que sea designado para la sede de Victoria.
Por cierto, el Arzobispo precisó que las declaraciones de GONZÁLEZ SÁNCHEZ, como el de que “usar cubrebocas es no confiar en Dios”, no tienen nada que ver con su renuncia.
Sobre el relevo aseguró que se trata de un proceso que se sigue en el que se hace una consulta entre la jerarquía eclesiástica, empezando por los de la región.
En la sucesión se incluye sacerdotes, obispos ordenados, auxiliares o titulares para escoger una terna. La determinación se toma en Roma.
Cabe destacar que la personalidad del dimitente sobresalía el ser crítico hacia los políticos, gobernantes y dirigentes de partidos, de los que dudaba. Por eso era muy buscado por periodistas a los que, con sus expresiones, les daba nota.
No faltó quien sostuvo que el Obispo era proclive hacia la tendencia de derecha. Y hasta se llegó a señalar que no comulgaba con la línea del Papa FRANCISCO, algo que tampoco fue soportado en evidencia porque el Obispo ANTONIO se mostró en calidad de hombre de fe y guardó disciplina.
Recordemos que el Papa predica con el ejemplo al ser sencillo y austero, además de apegado a los pobres, lo que no siempre siguen, al pie de la letra, dignatarios de la iglesia.
Años atrás, llegó a asegurar que él no era requerido al diálogo, aunado a que las marchas por la paz que realizaba en esencia significaban un reclamo a las autoridades ante la inseguridad y principalmente, los desaparecidos.
En fechas recientes, con motivo de la pandemia, el jefe del ejecutivo estatal tuvo pláticas con los cuatro Obispos que se desempeñan en la entidad.
Al que si le tupio el personaje en mención, en no pocas ocasiones, fue al presidente de México, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR.
En relación a la vida privada de GONZÁLEZ SÁNCHEZ, algo fluyó en redes y medios tradicionales pero ello se quedó en análisis y enjuiciamientos. De parte de instancias legales hubo hermetismo.
Sin duda que el Obispo ejerció un liderazgo real al frente de la Diócesis, misma que, similar a cualquier familia, mostraba afinidades y desencuentros pero quedaban en el ámbito de la iglesia.