Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- En esta situación de pandemia, el sector restaurantero es el más golpeado por la equivocación de autoridades en cuanto a la restricción de medidas sanitarias, por discriminatorias y en ocasiones incongruentes.
“Realmente este fin de semana se desató la polémica entre vendedores de comida establecidos, pues además de que aparece dividido el país en sus distintas fases sanitarias aquí, se aplica la más severa, se tiene además una Consulta Popular que casi fue nula y sí remarcó restricciones”, declaró la empresaria restaurantera Ana Laura García de Anzaldúa.
La integrante de la mesa directiva de la Cámara Nacional de la Industria de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (CANIRAC), cuestionó que esté dividido el país, pues mientras en el sur se sostiene una Fase II de tipo sanitario, en Nuevo Laredo se retorne a la Fase I y se endurezcan algunas medidas, otras queden igual y se relajan varias.
“Ahora bien, entre las nuevas medidas restrictivas a fin de contener la pandemia, en restaurantes se reduce media hora la venta de alcohol, así también el aforo que, si bien es un mínimo, porque es que otros lugares no tiene las mismas medidas, pues siguen vendiendo y con el mismo aforo de comensales”, reprochó.
Deploró el fuerte gasto que se sostiene entre restauranteros, el que tiene ahora un adicional, pues se tiene un desembolso para cumplir las medidas, adoptando otras medidas como es el servicio a domicilio mediante nuevos servicios.
“Estamos haciendo de todo, por salvar los restaurantes, ya sea con ofertas promocionales o adoptando plataforma de servicios de entrega a domicilio. Es mucho ruido y pocas nueces”, acotó la empresaria restaurantera García de Anzaldúa.
Puntualizó sobre el aumento de pasivos a la par con las restricciones y el cierre de mes con mes con poca utilidad, sin que se cuente con algún incentivo que permita mitigar la difícil situación.