PERIÓDICO LA RED DE ALTAMIRA #Opinión
David Ed Castellanos Terán
El Secretario de Salud del Gobierno Federal, José Narro Robles, sentenció hace poco menos de un mes en Tampico, Tamaulipas que todo funcionario que lucre, delinca, trafique o juegue con la salud de los mexicanos, va a ser severamente castigado.
Por cierto, a Javier Duarte y su gente nadie le recuerda, ni denuncia por la supuesta agua suministrada; a nadie le importa y solo se preocupan por el dinero ¡falacias de opositores también… en fin!
Pero bueno, la postura del titular del sistema público de salud en México, no alcanza para frenar los decesos de pacientes por actos de negligencia médica, tampoco para evitar el desfalco a los hospitales y no evidencia, ni le da para perseguir a las bandas traficantes de órganos.
Por ejemplo, en Tamaulipas el sobrino político Jesús Nader, Secretario de Administración del Gobierno de Tamaulipas, está en prisión por integrar una supuesta banda de personas que traficaban y ocultaban medicamentos a los pacientes en el sur del Estado, el personaje encarcelado fue identificado como José “A”, y podría ser el hilo conductor a una enorme red de personas que juegan con la salud de los tamaulipecos; la sociedad está muy al pendiente del veredicto final.
Y así entonces, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) investiga desde el año pasado a todo personal de la Secretaría de Salud, involucrado en el posible desfalco por más de cuatro millones de pesos relacionado con la modernización y supuesto equipamiento del Hospital General de Tampico “Dr. Carlos Canseco”. Investigación desde el año pasado, la obra fue en el sexenio de Egidio Torre (2011-2016) pero todos son sospechosos hasta que se demuestre lo contrario.
Incluso el tema es tan doloroso para una entidad que no alcanza a cubrir el desabasto de medicamentos, que la Procuraduría General de la República (PGR) tiene abierta por robo al Hospital “Carlos Canseco” la averiguación 0294/2016. Mientras que la ASF, pretende esclarecer en donde quedaron entre otras cosas más de tres millones de pesos que se pasaron de una cuenta a otra; una mesa de quirófano que no cuesta 20 pesos; las observaciones apuntan a un presunto contubernio desfalcador entre la autoridad del sector salud en Tamaulipas y un listado de proveedores. Vamos a ver hasta cuándo terminan las indagatorias, pero la ex secretaria de salud, Lydia Madero García, bien podría ayudar un poco a su esclarecimiento.
Mientras tanto la actual titular de salud en Tamaulipas, Gloria de Jesús Molina, informó que el abasto de medicamentos de manera general ya anda en un 85 por ciento, y que la aplicación de vales de medicina ha servido para que los tamaulipecos cuenten con prácticamente una receta surtida al 100 por ciento.
Surtida es la que le va a dar el gobernador y los tamaulipecos a él sino soluciona esto como le instruyó el uno, que es ni más ni menos que su jefecito Cabeza de Vaca.