Auxilio desde el Golfo
David Ed Castellanos Terán
@dect1608
Los Feminicidas del campo algodonero, es el mote mediático que identifica a los asesinos seriales: Edgar Ernesto Álvarez Cruz y José Francisco Granados de la Paz, quienes entre 1993 y 2003, secuestraron, torturaron, violaron y asesinaron a por lo menos 14 mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua.
En una exhaustiva investigación de la Procuraduría General de Justicia del Estado, localizaron en un campo algodonero en los márgenes de la ciudad 8 cadáveres correspondientes a sus víctimas y otros seis más fueron encontrados en el monte Cerro Negro, del mismo municipio norteño de México. Las muertas de Juárez para el resto del mundo.
Desde aquel entonces, “feminicidio” es el término legal que comenzó a retumbar con mayor frecuencia en México y no deja de aparecer en las notas informativas; a veces en el norte del país, ocasionalmente en el sureste, no se diga en el Pacífico mexicano, como ahora retumba el centro de la República y por acá en el Golfo de México se escucha con mayor frecuencia ya que las mujeres tampoco se sienten seguras. Ni en sus casas, escuelas o centros de trabajo. El grito de auxilio comienza a ser más fuerte.
La situación comienza a ser tan grave como en el resto del país a tal grado que abogados penalistas y la misma directora del Instituto de la Mujer del Gobierno de Tamaulipas, María Elena Figueroa Smith, ya exige al procurador local, Irving Barrios, que llame las cosas como son y capacite a su personal investigador para que no sigan impunes los asesinatos a las mujeres y acepte que se están efectuando feminicidios en Tamaulipas.
Este lunes por la mañana fue encontrado sin vida en un predio de la colonia Ampliación de la Unidad Nacional en Ciudad Madero, el cuerpo de una mujer de 55 años identificada como Guillermina, una empleada doméstica a la que le arrebataron la vida con un golpe en la cabeza y varias apuñaladas según reportes periciales de la PGJE y de acuerdo a sus primeras indagatorias sospechan que fue su última pareja sentimental, sin embargo nada podrá ser cierto hasta que la Procuraduría haga su labor.
Para los abogados penalistas como el licenciado Orlando Aguilar, con más de 20 años de trayectoria, expresó que en el estado tamaulipeco ha sido complejo tipificar el feminicidio debido a que suele ser riesgoso para los Agentes Investigadores, ya que de no tener la capacidad de obtener las prueba necesarias, si iniciaron el proceso legal persiguiendo el feminicidio y este no es acreditado, el presunto delincuente sale en libertad, contrario al Código Penal Federal, donde en el supuesto, aunque no se le pueda acreditar la culpabilidad como quiera pagaría una pena por homicidio. Orlando Aguilar, confía que en Congreso de Tamaulipas, haga el ajuste pertinente en la ley.
Y por eso es urgente que los legisladores tamaulipecos también se pongan a trabajar para fortalecer el Código Penal de Tamaulipas y alejar de la ambigüedad el delito de feminicidio, se cree que los vientos de cambio que azotan con el nuevo gobierno lo va a lograr o de lo contrario todo seguirá igual.
El Código Penal para el Estado de Tamaulipas, el articulo 337. Comete el delito de feminicidio, el hombre que dolosamente, y con uso extremo de violencia, prive de la vida a una mujer por razones de género. Será sancionado con prisión de 30 a 50 años y multa de mil a cinco mil días de salario.
Existen razones de género de parte del sujeto activo cuando se realice por alguno de los supuestos siguientes: a) si la víctima presenta indicios de violencia física reiterada; b) que existan antecedentes de violencia moral o acoso del sujeto activo en contra de la mujer. Existe el uso extremo de la violencia a la víctima cuando: 1.- la víctima presenta signos de violencia sexual de cualquier tipo o 2.- se le hayan infligido lesiones infamantes, degradantes o mutilaciones previa o posterior de la vida.
Es necesario que se haga algo o este delito que parece permitir a los asesinos tener el derecho de atacar, abusar y privar de la vida a las mujeres sin más, se acrecentará.