
Si “Cae Geño” Caen todos
La “hermandad” se formó en cada municipio en donde los alcaldes en turno tenían permiso del “Geño” para robar, para saquear el presupuesto a sus intereses y al servicio de esa red de corrupción que mantuvieron por 24 años.
Especial / LA RED
ZONA CONURBADA.-Con la segunda orden de aprehensión que emite Estados Unidos en contra del ex gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores (a) El Geño, por su relación con la delincuencia, lavado de dinero y fraudes bancarios, es inminente que de caer el ex mandatario, también lo harán políticos muy reconocidos que durante cuatro sexenios lograron armar una red de corrupción en cada uno de los 43 municipios que forman Tamaulipas.
En el sur de Tamaulipas, no fue la excepción, los municipios que integran la llamada zona conurbada, pasaron a formar parte de la red de poder total que los cuatro ex gobernadores “tejieron” en este estado.
La “hermandad” se formó en cada municipio en donde los alcaldes en turno tenían permiso del “Geño” para robar, para saquear el presupuesto a sus intereses al servicio de esa red de corrupción que mantuvieron por 24 años.
Los analistas políticos pronostican que con la detención de Tomas Yarrington y Eugenio Hernández Flores, igualmente tienen que caer los políticos que se convirtieron sus cómplices.
LA HERMANDAD DE ALTAMIRA
Cuando era gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, todos eran un equipo, desde directores, regidores, alcaldes, diputados locales, federales, líderes de colonias y hasta senadores, todos eran del mismo grupo de la “Hermandad de Altamira”.
La corrupción que se generó durante su sexenio no pudo ser tan descarada si no hubieran recibido el apoyo de los grupos locales que eran premiados con solapar los desfalcos que cometían durante su mandato como Presidentes Municipales.
Uno de ellos fue Juvenal Hernández Llanos, quien durante su trienio fue incondicional del “Geño” al grado de llevar a su “primo” Javier Gil Ortiz a imponerlo a la presidencia municipal de Altamira, aun y cuando su residencia era en la ciudad de Tampico.
Como Javier Gil Ortiz, era un desconocido, para “arraigarlo” se le nombro titular de COMAPA en Altamira, después “Geño” ordenó lanzarlo a diputado federal y perdió , pero después con el apoyo de Juvenal Hernández Llanos y Genaro de la Portilla lo llevaron a la Presidencia Municipal de Altamira.
Con eso “La Hermandad de Altamira” se fortaleció ante el gobernador Eugenio Hernández Flores, por ungir a su “primo” como alcalde de este municipio.
La relación de Juvenal Hernández Llanos con Eugenio Hernández Flores, fue tanta que al terminar su trienio, casi todas las personas que tenían en su administración fueron a formar la administración del primo del ex gobernador, Javier Gil Ortiz.
Esto significa que los funcionarios de Juvenal Hernández Flores, estuvieron en la presidencia en total seis años, entre los que destacan Ciro Hernández, Miguel Gómez Orta (Incondicional de Javier Gil) , Víctor Meraz, Juan Silva, Germán López Gutiérrez, Enrique Báez Nieto, Carlos Javier González Toral, Roberto Polanco Aguilar, Federico Domingo, Leslie Álvarez Oregel , José Alberto Saucedo y Marco Gómez entre otros.
A la “hermandad” también se le agregan personajes como el ex alcalde interino Héctor Villarreal, luego de que Javier Gil Ortiz gana la diputación Federal quien amparado por su primo “Geño” desde el centro del país mantenía control en la presidencia municipal.
Dados sus antecedentes, pero sin sacarlos de la jugada deciden nombrar a Miguel Gómez Orta, representante en la ciudad de México quien sirvió de “enlace” al servicio de Gil Ortiz incluyendo todos los gastos realizados con cargo a la Presidencia Municipal de Altamira y hoy sigue en el poder pero ahora en el PAN como representante del estado en el sur de Tamaulipas, obviamente al servicio de su “Patrón” político Javier Gil Ortiz.
Todos identificados con Juvenal Hernández Llanos.
El poder de “La hermandad” se manifiesta una vez más al ganar la presidencia municipal de Altamira, pero en esta ocasión utilizando las siglas del PAN, pero en su mayoría con la misma gente que utilizaron durante la administración de Juvenal Hernández Llanos en el periodo 2005-2007, con la de Javier Gil 208-2010, con la de Armando López en el 2013-2016, por el PRI demostrando con ello el poder de Eugenio Hernández y de Tomas Yarrington.
Ahora esa “Hermandad” que fortaleció “Geño” y Tomas” sigue prevaleciendo en el servicio público, pero ahora en el PAN como es el caso del ex tesorero Ciro Hernández Arteaga hoy Diputado Local por el Distrito VXIII y con el operador electoral, ex regidor y “lambe botas” de Javier Gil Ortiz, Víctor Meraz, actual diputado local por el distrito XIX.
Aun y cuando sea presidente municipal de Altamira la señora Alma Laura Amparan, es su esposo Juvenal Hernández Llanos el que decide la política y destinos de los altamirenses quien despreocupado por las elecciones del 2018 consiente que no habrá reelección por el PAN para la presidencia de 3 años en el 2018, se pertrecha en otros partidos como MORENA y con seguramente ya negocio la presidencia municipal de Altamira y una Diputación Federal para él.