Javier Claudio / LA RED DE ALTAMIRA
NUEVO LAREDO.- Como resultado de un consenso de consultas sobre anemia, médicos especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Nuevo Laredo, advirtieron que son las mujeres las más propensas a esta enfermedad hematológica.
El doctor Alejandro Soto Villa, director del Hospital General de Zona (HGZ) No. 11 del IMSS, definió la anemia como una disminución en el número de glóbulos rojos en la sangre, es decir, se encuentran en menor proporción por la falta de hemoglobina, una proteína formada en parte por hierro que se encarga de transportar el oxígeno desde los pulmones a todo el organismo.
Abundó al citar que este padecimiento es más común en mujeres que en los hombres, especialmente entre los 20 y 44 años, y es debido a la presencia de sangrado menstrual abundante o muy largo, así como un embarazo, parto o lactancia.
“El consumo de hierro es vital para las mujeres embarazadas, ya que la deficiencia de este micro mineral aumenta significativamente la mortandad materna durante el post parto”, señaló el médico del IMSS.
El doctor Soto Villa aclaró que la falta de hierro puede ser provocada no solo por una dieta pobre en esta fuente, sino por una mala absorción o hemorragias ocultas de tipo digestivo como úlceras gástricas.
Acerca de los síntomas, hizo saber que el más frecuente es el cansancio, así como la falta de aliento, frío en las manos o pies, palidez, infecciones frecuentes y uñas quebradizas, y en los menores de edad, los signos de anemia comprenden la falta de apetito, retraso en el crecimiento y el desarrollo, incluso problemas de conducta.
Para evitar esta enfermedad, señaló el director del HGZ No.11, es indispensable mantener una dieta equilibrada y rica en hierro, “la carne roja, pollo, hígado, tomate, calabaza, frijoles, lentejas, espinacas, entre otros, deberían ocupar un sitio en nuestra mesa todos los días”.
El especialista del IMSS indicó que 25 por ciento de la población adulta presenta deficiencia de hierro en la sangre, por lo que recomendó acudir con el médico familiar para que diagnostique si efectivamente hay una carencia y evitar complicaciones posteriores.