Por Mario Vargas Suárez.
Usted y yo sabemos que los tiempos de todos y para todo señalan inicios. Aunque indiscutiblemente, también marcan finales.
Según los intereses de las personas, muchas veces no es muy agradable llegar a cualquiera de los momentos.
En este tenor, es innegable que el domingo pasado llegó a término el período de las precampañas en México.
Se supone que el objetivo de lo México vivió, fue para promover el voto entre los militantes de un partido y de esa forma alcanzar la candidatura oficial de los colores que les llevarán a validarse en la boleta electoral el próximo primero de julio.
Desde el punto de vista teórico se supone eso es lo que sucedió, aunque usted y yo sabemos que los mensajes lo mismo llegaron a los militantes y no militantes de un partido político específico. Hasta la población apolítica y apartidista, también recibió la dosis de las precampañas.
Es reiterativo pero indispensable registrar que los tres precandidatos registrados ante el INE para participar por la presidencia del país, se dieron por coaliciones reconocidas por la legislación electoral.
Aunque usted ya los conoce, los precandidatos registrados son Ricardo Anaya Cortés, Andrés Manuel López Obrador y José Antonio Meade Kuribreña. Los dos primeros originarios de la capital del país y el otro de Macuspana, Tabasco.
Una de las técnicas de campo muy socorridas para dar la idea del lugar de preferencias en el electorado han sido las encuestas de opinión. El gran problema es que los resultados reales, la gente sabe se pueden manipular a favor de quien resulte más conveniente.
Sin embargo, hasta el día de ayer, los resultados de todas las compañías encuestadoras señalan al tabasqueño López Obrador, como puntero en las preferencias de los que votan en las urnas.
Pero hay más en esta pre-lucha electoral, cuando se han quedado fuera del ojo de las encuestadoras a los candidatos independientes, porque en realidad ellos se han dedicado a reunir las firmas exigidas para su registro ante el INE.
El gran detalle es que la fiebre de los candidatos independientes a los partidos políticos ha cundido en todo el territorio nacional, porque hay registros para la Presidencia de la República, pero también para legisladores federales y locales, lo mismo sucede para alcaldes y hasta para síndicos y regidores.
Tamaulipas desde luego no ha sido la excepción y el IETAM tiene los pre-registros para legisladores federales y locales, presidentes municipales, síndicos y regidores. Sobre todo en aquellos casos donde hay reelección.
Uno de los municipios considerados de los pequeños es Padilla, con una extensión territorial de 1351.26 kilómetros cuadrados, ubicado en la cuenca del río Purificación, y gobernado en su mayoría por gobiernos emanados del PRI.
Esta vez surgió a la contienda electoral un joven universitario de nombre Héctor Michel Salinas Gámez, quien en tiempo y forma solicitó su participación como candidato independiente a la presidencia municipal por este municipio central del estado.
Héctor Michel Salinas, al igual que otros candidatos por la vía de la independencia de algún partido político, se dio a la tarea de reunir las firmas exigidas por el INE, lo que le llevó a consolidar un equipo de trabajo para rebasar con mucho el mínimo exigido por la ley.
Según datos del Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM), de los más de 20 aspirantes a una candidatura independiente, apenas nueve lograron la meta y Salinas Gámez se convierte en automático en el primer lugar con más del 600 % de lo exigido por la legislación en la materia.
La formación académica del seguro candidato independiente a la Presidencia Municipal de Padilla, refiere a que es egresado de dos licenciaturas, una por la Autónoma de Tamaulipas y otra por la Escuela Normal Superior del Estado, amén de una Maestría en Docencia por la UAT.
Pese a ser menor de los 30 años, Héctor Michel Salinas Gámez, tiene formación política al ser titular de la segunda regiduría en Padilla, hace un trienio, además que militó en el Frente Juvenil Revolucionario del tricolor.
“No me registré como aspirante a la Alcaldía por el partido político en el que milité, por mis convicciones, por querer servir a los padillenses como realmente merecen, por seguir realizando las tareas que transparentan mi deseo de seguir sirviendo a mis coterráneos.” Explica Salinas Gámez.