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Por Mario Vargas Suárez
Esta es una expresión de alerta, miedo, angustia, sorpresa, etc., muy característica de los compatriotas mexicanos. Confieso desconocer si el mismo término también se hace con la misma intención en otra parte del mundo.
Hoy 10 de mayo los hijos festejan a su progenitora porque eso han aprendido a lo largo de su vida, pues desde la escuela básica eso nos enseñaron, aunque las costumbres cambian ligeramente porque antes los “trabajos manuales” para las mamás eran característicos desde preescolar hasta la secundaria.
Hace algunos años, en Victoria, en Tamaulipas y en muchas partes del territorio nacional, los estudiantes y amigos del trabajo y la escuela se ponían de acuerdo para las clásicas “Mañanitas” a las Madres. Hoy esto ya no es posible, gracias a la inseguridad.
Generalmente hoy 10 de mayo hay reunión familiar y para variar, en la casa de mamá, donde reside ella, a la que hoy festejamos y salvo sus excepciones, la comida la prepara precisamente la festejada, No solo para sus hijos, sino para sus nietos y nueras-yernos y de repente para uno que otro invitado.
Las excepciones se dan cuando llevan a la madre a comer a un “buen restaurante” pero cuidado si entre los anfitriones hay quién guste de ‘bebidas espirituosas’ porque el alcohol puede alcanzar niveles peligrosos y se corre el riesgo que afloren malos recuerdos o entendidos equivocados y entonces sí, malo el asunto.
Una película del cine nacional, catalogada como costumbrista, fue protagonizada por Don Manolo Fabregas, Lucha Villa y Doña Sara García, Mecánica Nacional (1971), con un guion y dirección de Luis Alcoriza. Es un drama porque la madre (Sara García) muere en un paseo familiar.
La película tiene éxito porque pese a la pérdida de la madre, suceden hechos que no se alejan de la realidad y donde se muestra ‘el valor real’ de la progenitora para los hijos, nietos, nuera y hasta vecinos. La importancia de la muerte de la madre se refleja en la cinta.
Desde luego el cine mexicano nos ha mostrado largometrajes que señalan las costumbres, hasta folklóricas, sobre las distintas celebraciones del Día de la Madre en México, no refiriéndome a la ciudad, más bien al país.
En los últimos tiempos un nuevo término aparece en la cultura del país cuando surgen Las Mamás Godínez, que es referido a las mujeres-mamás-trabajadoras de México y que son señaladas por estudiosos de la sociología como si fueran madres únicas.
Entiendo como usted que Godínez es un apellido, aunque las redes sociales en México es una forma de llamar a las personas que trabajan en oficinas o dependencias gubernamentales. Las Mamás Godínez en redes sociales como Twitter, suele acompañarse de burlas y comentarios ofensivos o discriminatorios. Lo curioso es que el término se ha generalizado, pues dejó de ser solo un tema de bromas o memes en internet.
Independiente del término, la acepción me parece injusta, puesto que reconozco a todas las mamás del mundo como mujeres trabajadoras asalariadas o no. Convengo en que la chamba del hogar también es un trabajo y las “amas de casa”, también ahí desempeñan su labor cotidiana incomparable.
Llamó mi atención un reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que habla de las opciones limitadas de la mujer trabajadora fuera del seno familiar, pues su participación en el país, en edad productiva, en el años de 2016 fue apenas del 42%. La misma fuente señala que los varones mexicanos tienen el 82% de ocupación.
La información es relevante, pero no debemos olvidar que si bien las mujeres han ingresado en un alto número a la educación superior, también es cierto que muchas de ellas llegan a las universidades solo para encontrar pareja, marido-amante. En un mínimo porcentaje -en relación al egreso- se incorporan a la vida económicamente activa.
Finalizo mi comentario en una recomendación propia de estas fechas: Si usted como esposo o hijo va a regalar, que sea un presente para ella, para la madre. Es decir, que sienta usted pensó en ella, en sus gustos, en su afición.
Evite hasta donde pueda regalar a su Madre enseres de cocina, limpieza o para el hogar. Regale detalles que enaltezcan la autoestima.
A manera de colofón: Desde temprana hora escuchará usted de cada candidato o aspirante a un cargo de elección popular las felicitaciones respectivas.