Por Mario Vargas Suárez
La campaña electoral 2018 inició informalmente desde el 2016.
El marco legal señaló octubre y diciembre del 2017 para registrar a los precandidatos y candidatos presidenciales y, a partir de entonces el calendario oficial de la elección para el 1 de julio de este 2018 se está cumpliendo, por lo menos en teoría.
Los protagonistas principales debieran ser los candidatos, ya para la presidencia, las gubernaturas, legislatura federal, las locales y las presidencias municipales en todo el país. Sin embargo otros protagonistas están robando cámara, a la mejor “sin querer queriendo…” como diría El Chapulín Colorado, del mundo fantástico de Don Roberto Gómez Bolaños (+).
Para el caso que nos ocupa, no debería, pero varias veces ha llegado al escenario electoral y como protagonista estelar el Instituto Nacional Electoral (INE) que, o desconoce el marco legal o lo interpreta equivocadamente, al grado que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ha tenido que aparecer en escena para poner orden.
Si estuviéramos en medio de un juego, del deporte que me diga, el TEPJF está goleando -en el caso de que fuera fútbol- al INE y no la refiero desde su fundación en lugar del IFE (2014), quizá apenas de unos meses a la fecha.
El caso es que la goliza se ha dado porque todo indica que los consejeros o quieren hacer su santa voluntad o de plano no han sabido aplicar o interpretar el marco jurídico que rige las elecciones.
La información mediática registra que el Tribunal ha intervenido en temas como el rebase de gastos de campaña en Coahuila, el uso tarjetas electrónicas, la propuesta de regular la publicidad oficial y más.
Quizá de los más sonados ha sido donde el INE quedó otra vez muy mal, cuando al TEPJF se interpuso a una determinación del Instituto, porque éste había anunciado sanciones a los candidatos presidenciales que participaran en debates en el periodo de intercampañas. Es decir que ni José Antonio Meade, Ricardo Anaya o Andrés López, podían participar en debates no organizados por el INE, pues se tenían que esperar a los programados.
También el TEPJF tuvo que intervenir para señalar la obligación de avisar al Secretario Ejecutivo del INE o a los OPLES -Institutos Locales Electorales- para quienes realicen encuestas de salida y conteos rápidos.
La sentencia del Tribunal sobre el caso del spot del PAN contra El Universal, donde dejaron en claro los magistrados una directriz que deberá acatar en el futuro el INE al verificar que los medios no divulguen falsa información sobre los candidatos a un cargo de elección popular, no solo a la presidencia de la República.
Un nuevo error del INE fue la negativa de registro como candidato presidencial a Jaime Rodríguez El Bronco, pues no le reconoció el total de firmas que presentó como aval oficial, según la ley en la materia, por lo que el TEPJF finalmente dio entrada a la queja y dictaminó lo que usted ya sabe.
El más reciente -que no el último- revés al INE por el Tribunal es el video donde cinco niños caracterizaron a los candidatos presidenciales que supuestamente defienden la reforma educativa de Peña Nieto, patrocinados por Mexicanos Primero de Televisa y donde exhiben, otra vez a los maestros de México.
El resolutivo del Tribunal fue en contra del que había dictaminado el INE, por lo que el video tuvo que dejar de transmitirse. Lo raro es que ninguna organización sindical, oficial o académica de maestros, hizo alusión a los mensajes subliminales contra los ellos, quizá fue disciplina partidista.
El Tribunal está en su papel pues la ley le faculta para resolver controversias en materia electoral, proteger los derechos político-electorales de los ciudadanos. Es decir impartir justicia en el ámbito electoral.
Desde ésta perspectiva el Tribunal resuelve impugnaciones a las elecciones de presidente de la República, gobernadores, jefe de gobierno en la CDMX, diputados federales y senadores de mayoría relativa y representación proporcional.
El en último de los casos, el Tribunal es responsable de realizar el cómputo final de la elección de Presidente del país y calificar la elección presidencial y declarar al presidente electo.
Cierro este espacio diciéndole que desde el Consejero Presidente del INE y todos sus compañeros deben hacer su chamba, porque entonces de nada sirve los salarios -seguramente muy altos- que reciben, si de plano el trabajo lo hace el Tribunal ¿O es encargo?