Por Mario Vargas Suárez
Para la clase política en el poder, los que están cerquita de los que mandan y para la que dicen es la ‘oposición’ en nuestro azteca territorio, la Reunión Cumbre de Países del Norte del Continente, fue importante por los temas que se agendaron para los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, México, Manuel López y el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau.
Lamentablemente para la mayoría de los ciudadanos de a pie, la llegada de los personajes del norte, no fue nada significativa y en los capitalinos de la CDMX, fueron afectados en el transporte -público y privado- por el cierre de calles y avenidas que provocaron desquiciamiento vehicular.
Lo que pudo haber llamado la atención -para los poco interesados en el contexto político- fue el vestuario de la esposa del presidente mexicano, Beatriz Gutiérrez Müller, cuando le comparamos con el de las señoras Biden y Trudeau, no solo en el corte de los vestidos, sino en el estilo, los colores y el estampado que exhibió la excatedrática de la Benemérita Universidad de Puebla.
Se supone que la presidencia cuenta con un equipo de imagen y dentro de él debe haber desde peinadoras, maquillistas, vestuario, protocolo, etc., por lo que no se puede creer el rompimiento del buen gusto y la formalidad del acto.
Con el debido respeto para doña Beatriz de López, da pena ajena. Es cierto que en nuestra historia nacional hubo otras esposas de presidentes que quisieron ser ‘auténticas’ en visitas de esta envergadura y que utilizaron ropa con diseños autóctonos o indígenas, como lo hacía la compañera María Esther Zuno de Echeverría, pero creo nunca se había visto tan mal gusto.
Doña Carmen Romano de López Portillo también se destacó por su pésimo maquillaje y lo escotado de sus blusas o vestidos de tal forma que poca imaginación dejaba a quien la veía, aún de lejos.
Los especialistas en espectáculos que tanto califican el vestuario, peinados, calzado y accesorios de la Alfombra Roja en eventos internacionales, seguro que reprobaron en cada tema a la doctora en Teoría Literaria.
Punto y aparte del tema. Sorprendió la mañana de este miércoles, el Twitter de la ‘corcholata’ Claudia Sheinbaum Pardo, actual jefa de gobierno de la CDMX, anunciando una conferencia de prensa sobre la detención de once personas y 12 cateos en distintas colonias populares de la capital del país y que se relacionan con el atentado al periodista Ciro Gómez Leyva del Grupo Imagen.
Pese a que la convocatoria fue para las 9:30 de la mañana de este miércoles, 11 de enero, hubo un retraso de poco más de 30 minutos para que llegara la señora Sheinbaum Pardo, acompañada de Omar García Harfuch, titular de Seguridad Pública en la CDMX y la Fiscal Ernestina Godoy.
La información es que hubo, en la madrugada del mismo día, cateos de la policía capitalina, encontrando armas, droga, granadas y hasta animales exóticos, además de los once detenidos, como consecuencia de una serie de trabajos de inteligencia. Dijeron.
Según el reporte fue la misma madrugada del miércoles cuando se ejecutó el aseguramiento de las casas de seguridad usadas por la célula criminal dedicada a la extorsión, sicariato y narcomenudeo encabezada por Pedro “N”, alias ‘Pool’,
El reporte de lo decomisado es de siete armas cortas; un silenciador; cuatro armas largas; dos granadas; 150 cartuchos útiles de diversos calibres. En drogas fueron más de cuatro mil dosis de droga; ocho vehículos -uno blindado- además del auto SEAT NEGRO, utilizado como ‘muro’ en el ataque al periodista; cinco motocicletas; dispositivos electrónicos y de comunicación; documentación incriminatoria; animales exóticos: tres perros lobo y un mapache,
Los entrevistados identificaron los detenidos como miembros de una Célula de una banda bien organizada, sin identificar pertenecen o tienen la protección de algún cártel conocido, pero que la zona de operación es en las alcaldías Iztacalco, Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza.
La conferencia convocada por la ‘corcholata’ Sheinbaum exhibió la improvisación, las prisas por anunciar que había resultados por el atentado a Ciro Gómez, de tal suerte que, en no pocas ocasiones Omar García Harfuch tuvo que releer el párrafo porque lo expresado no correspondía a los videos que exhibieron a los medios.
Es muy posible que las presiones de donde me diga hayan estado fuertes y, aunque son otros tiempos, no sería extraño la aparición de ‘chivos expiatorios’ en este tema sucedido hace casi un mes.