Por Mario Vargas Suárez
El fin de semana fue importante en noticias, por lo que este espacio se presta para el análisis y comentario de temáticas importantes.
Sin embargo anticipo a usted que el tema central no será internacional, nacional, de Tamaulipas o de algún municipio tamaulipeco.
No leerá en este espacio sobre el atentando en una mezquita de Londres y que cobró la vida de un musulmán; Tampoco centraré mi comentario en al atentado ecológico que sufrieron los portugueses, precisamente el día de su juego de futbol contra México.
Si hablamos de la región, tampoco le diré sobre el amotinamiento en la cárcel de Topo Chico en la vecina Monterrey; y aún tampoco abordaremos el caso de la pipa con combustible robado que en Río Bravo, al ser perseguida, se volcó y explotó causando daños a por lo menos 10 casas habitación y 16 vehículos particulares. Tampoco sobre la fuga de 8 menores del Tutelar de Güemes, ayer.
Centro mi comentario en el gran pleito entre usuarios de Facebook, cuando alguien publicó un mensaje sobre la exclusividad del Día del Padre para los varones, pidiendo que se abstuvieran de poner mensajes sobre las mujeres que se ostentan como padre y madre.
Los comentarios no se hicieron esperar y no faltaron mujeres que desde luego protestaron al referir que los padres de sus hijos ‘huyen’ de su obligación de manutención de los hijos.
Otras opiniones femeninas anotaron en el Facebook sobre el abandono total a los hijos, cuyos padres ausentes no tienen otra figura más que la de la madre, porque el padre ‘ni por la silla volvió’.
Desde luego que no faltaron las despechadas mujeres que argumentaron la ‘calentura paterna’ para huir con la comadre, la vecina, la amiga o ‘la piruja que lo sedujo’, dejando en la orfandad a los pobres hijos.
Los comentarios más moderados no escapan de culpar al varón que se fue, al padre de familia que la muerte lo alejó de los hijos, pero la sufrida y abnegada madre por los hijos de convirtió en madre y padre, sin darles malos ejemplos de un padrastro.
Las voces de quienes estuvieron a favor de solo festejar la figura masculina, argumentaron que muchas mujeres han sustituido al varón pero solo como proveedoras, pero hasta ahí.
Los defensores del Día del Padre incluso escribieron sobre la discriminación a los hombres, pues en pos de enarbolar la figura femenina, se lastima la igualdad entre mujeres y varones.
Los ejemplos se repitieron cuando se recordó sobre el Día de las Madres que es inamovible al 10 de mayo; Sin embargo corresponde al tercer domingo de junio cuando se celebra el Día del Padre.
Además de ser un día no laborable para las madres.
No escaparon los festivales escolares. Mientras a las mamás se les festeja con bailables, tablas gimnásticas, poesías y hasta lonche, las maestras de las escuelas, celebran el Día del Padre con Mañanas de Trabajo, haciendo que los papás corran, brinquen, hacen lagartijas, sentadillas, etc., con los hijos… dicen para buscar la integración.
Es decir, en términos generales la escuela concibe una desintegración del padre con los hijos, por ello ‘busca’ que el “…padre comparta tiempo de calidad con los hijos,” dando por sentado que la mamá si tiene esa integración con los hijos.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), señala que en México 77% de las familias están encabezadas por un hombre; y más del 60% de los mexicanos compró un regalo para el Día del Padre.
El Gabinete de Comunicación Estratégica, dice que el 35% de los encuestados pone 10 a su relación con el padre; 2.7% indicó que su trato es pésimo; 29 de cada 100 piensan que su característica principal es la responsabilidad y 10 creen que es ser cariñoso; 48.5% acude a papá para platicar en momentos de apuro. Finalmente, 57 de cada 100 niños, sueña ser como su papá.