ESPECIAL / LA RED DE ALTAMIRA
ALTAMIRA.- El último informe realizado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en el mes de febrero de este año, reporta que una tercera parte de las centrales de la paraestatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) ya rebasaron su tiempo de vida útil, lo cual es verdaderamente preocupante ante la negativa del gobierno federal por modernizar la infraestructura de esta “empresa de clase mundial”.
El municipio de Altamira en el sur de Tamaulipas, es el escenario perfecto para describir la crisis en la que opera la CFE, pues las quejas han sido constantes, desde postes en mal estado, carcomidos por el paso del tiempo, líneas obsoletas, transformadores que ya vencieron su vida útil y “no dan el ancho” ante la creciente demanda, además de apagones que colapsan la vida diaria, como los que han ocurrido desde el día sábado 30 de abril, que afectaron a varias colonias de la urbe industrial.
Por tercer día consecutivo, los apagones han vuelto un caos la zona centro de la ciudad, donde además se encuentra una planta potabilizadora, la cual siempre que “se va la luz, se va el agua”, afectando así los procesos diarios no solo a nivel doméstico, también el comercial, que ha comenzado a reportar perdidas por los perecederos y las fallas en equipo de enfriamiento.
Luis Pinete Gutierrez, Presidente de la Canaco Altamira, lamento que durante más de 30 años ni CFE ni Comapa Altamira hayan dado mantenimiento a su infraestructura, la cual ya ha quedado rebasada por el paso del tiempo y el crecimiento de la mancha urbana, que cada vez demanda mas consumo.
“Llevamos 3 días, hoy entre 7 y 8 de la mañana hubieron cortes, ya tenemos la experiencia que en temporada de calor la gente consume más energía y pueden haber afectaciones, en general es un llamado a todas las autoridades, porque tienen más de 30 años que no se les da manteniendo a las líneas ni de CFE ni de Comapa”, refirió.
Dijo que es mas difícil tener un acercamiento con los directivos de la CFE, pues no se prestan al dialogo, argumentando que tiene dos años desde que lograron una reunión en la que se presentaron las quejas por fallas en la infraestructura del primer cuadro de la ciudad, lo cual después de un par de años, no se vio la respuesta y los apagones son cada vez más constantes.
Cabe destacar que la CFE opera con equipo de alto riesgo, al tener cada central eléctrica una vida útil de 30 años y la mayoría superan los 50 años; por lo que al exceder el tiempo para el que fueron diseñadas, los componentes de las centrales se degradan y eso provoca una disminución en su eficiencia, un aumento en el uso de combustibles y un incremento en sus fallas y por lo tanto en su disponibilidad.
Por último es preciso señalar que la Reforma energética del 2013 incluía un plan de retiro de las viejas centrales de la CFE entre 2018 y 2023, con lo que se optaría por energías limpias y renovables que permitieran un ahorro sustancial para garantizar el abasto, sin embargo el actual gobierno federal freno este proceso, lo cual de acuerdo a la Auditoría Superior de la Federación (ASF), se traduce en precios de generación más altos y el consumidor es el que termina pagando más.