Por Edy Pintor
Confirmado.
En la Secretaría de Gobernación y en el Centro Nacional de Inteligencia, en donde despacha el hombre más cercano al presidente AMLO, Audomaro Martínez Zapata, es un hecho la preocupación fundada, por la salud mental del Dr. Américo Villarreal Anaya. El gobernador de Tamaulipas presenta todo el cuadro médico y las características del síndrome de Alzheimer.
Fuentes de la Agencia Nacional de Inteligencia informan a esta oficina virtual, que el gobernador Villarreal Anaya, es observado con deterioro progresivo de las funciones cognitivas, como la memoria, el pensamiento y el comportamiento.
Se le olvidan las citas, compromisos y acuerdos hasta con los mismos órganos en mención; no ha acudido a reuniones programadas, observan que el gobernador no puede hablar más de un párrafo de memoria, por eso todo lo realiza a través de un telepronter o escritos que siempre guarda consigo, ha perdido la capacidad de sostener la mirada y muy a menudo balbucea.
Desconoce acuerdos y compromisos y ha llegado a desconocer personas.
A la parte de la cosa gubernamental-pública y política, repercute en la ausencia de un guía en el poder estatal.
De pronto y como magia, ahora todo hace sentido en la mente del lector y de un servidor.
Me explico.
Ahora se entiende y comprende el porqué de no cumplir acuerdos a industriales, empresarios, grupos de poder, alianzas, compromisos y estrategias pactadas; la falta de cumplimiento a las pláticas de acuerdo y cambio en el área institucional.
También, porque siempre existen, como existe el bien existe el mal: falta de cumplimiento de acuerdos con los poderes fácticos, ¡el narco, pues!
“En Tamaulipas, se hace todo lo contrario a las peticiones y llegas a preguntarte, ¿pues con quién hablé? ¡El gobernador está haciendo todo en lo que quedamos al revés!” —explicó al que esto escribe una fuente de gobierno.
Desde Nuevo Laredo hasta Tampico la queja es incumplimientos institucionales, gubernamentales y lo más grave: incumplimientos en la campaña de la candidata presidencial y candidatos de Morena.
Otro aspecto no menos grave y el más importante para los tamaulipecos, es explicable el por qué la existencia de personajes que prácticamente y ‘de facto’ llevan el gobierno, por más insignificantes que estos sujetos sean.
Te abre el panorama y entiendes el por qué sujetos cómo Marco Batarse, Damaso Anaya –compadre y primo hermano de Américo, respectivamente–, su esposa y muy en particular su vástago del mismo nombre –quien, por cierto, es el que trae todo revuelto en Victoria, Reynosa, Matamoros y Ciudad Madero–, tienen a Tamaulipas convertido en un vergonzoso tianguis.
Un dato muy preciso que tienen es el gran acúmulo de facultades políticas-gubernamentales y gran poder de su secretario privado y particular Norberto Barrón Barragán, a quien en la Secretaría de Gobernación y el CNI, vinculan estrechamente y de manera muy compenetrada, con la viuda de Sergio Carmona Ángulo.
Bajo estas circunstancias y atmósfera política de ambiente enrarecido, estamos en condiciones de afirmar que en Tamaulipas reina la anarquía, el miedo, y la falta de gobernanza.
Estamos en condiciones de afirmar por los serios reportes, que, en Tamaulipas no hay gobernador.
El presunto Alzheimer que afecta gravemente a los tamaulipecos a través de Américo Villarreal lo convierte en automático en un individuo, no apto para gobernar…
Que nos sea leve.
Muchas gracias y hasta pronto…