
Ciriaco Navarrete Rodríguez
Los tamaulipecos debemos reconocer el encomiable esfuerzo del Gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, por su determinación de darle al Estado una soñada proyección nacional e internacional, por medio de la MARCA TAM, que es además, una importante estrategia de desarrollo cultural y turístico..
Sin embargo, aunque coincida el Gobierno de la República Mexicana, con tan importante propósito, esos esfuerzos estarán limitados por la exacerbada delincuencia que prevalece en Tamaulipas, y en toda la nación, porque no hay duda de que se trata de una consecuencia más, de los altos índices de pobreza popular.
Es triste saber que los dineros que hay en México, se encuentran en manos del uno por ciento de la población nacional, debido precisamente a la ausencia de un gobierno nacional realmente democrático. Porque hay que saber que creencia en que México es gobernado con democracia, es un invento que nos ha regalado el presidencialismo a partir del régimen de Gobierno del General Lázaro Cárdenas del Río, iniciado el día primero de diciembre de 1934.
Y si como lo Asegura el propio gobierno federal, actualmente somos un total de 120 millones de habitantes, entonces los dueños del dinero que hay en el país, son apenas un millón doscientos mil compatriotas, y existe la posibilidad de que no todos los ricos, no sean precisamente mexicanos, porque muchos de ellos fueron beneficiados con la doble nacionalidad legalmente establecida por los altos mandos nacionales de ideología priista.
Esa doble nacionalidad no es mala, porque es una de las pocas acciones gubernamentales que ha beneficiado lo mismo al pueblo mexicano, que a los compatriotas que son los dueños de las riquezas nacionales. Sin embargo, esa misma legislación de doble nacionalidad, le abrió las puertas del país a muchos inversionistas que la aprovechan en beneficio sus hijos nacidos en suelo mexicano.
Pero esa es una buena intención que conlleva el doble propósito de garantizar, como ya es un hecho, que las riquezas empresariales de los inversionistas extranjeros no corran el peligro de ser incautadas por el Gobierno Mexicano, tal como ya ha sucedido en aquellos casos, de controversias, en las que ha existido discordancia, y tráfico de influencias para despojar a los extranjeros de sus propiedades, tal como ya sucedió en el año de 1982, al término del mandato del Ex-Presidente José López Portillo, cuando nacionalizó la Banca Nacional.
Esa fue una prueba plena de que el anacrónico presidencialismo usa la publicidad para cambiar su rostro y sus acciones empobrecedoras, para mostrarnos una cara aparentemente nacionalista y supuestamente democrática, pero que sólo se usa para hacernos creer que el Presidente de la República, es un supuesto gran patriota.
Con todo lo antes expuesto, pretendo explicar que los esfuerzos de los gobernadores del país, pueden tener las mejores y muy plausibles intenciones, pero mientras no tengamos a la democracia verdadera como régimen de Gobierno, los resultados no alcanzaran las metas fijadas.
El ejemplo más reciente, de esa carencia democrática y exacerbado centralismo político, económico y gubernamental, lo tenemos en la fallida Reforma Energética y en la inestabilidad de Peso Mexicano. Lo cual significa que el Gobierno del Presidente Peña Nieto, no ha sabido explicar porque sus esfuerzos reformistas no pudieron detener los gasolinazos, la constante escalada de los precios de los alimentos, ni la devaluación y fragilidad de nuestra moneda.
Sin embargo, hay que recordar que no hay peor lucha, que la que no se hace, y en Tamaulipas, el Gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, está haciendo grandes esfuerzos para significar a Tamaulipas por todos los confines del mundo, pero mientras no contemos con democracia verdadera, el culpable de los fracasos nacionales, siempre lo será el Gobierno de la República, sin importar quién sea el Presidente.