Van a construir un registro de migrantes y darles seguimiento hasta que salen de sus jurisdicciones
Tanto Oscar Enrique Rivas Cuellar, alcalde de Nuevo Laredo, como Mario Alberto López Hernández, de Matamoros, expusieron una radiografía en la que junto con los mayores de Laredo, Texas, en el caso de Nuevo Laredo y de Brownsville en el caso de Matamoros, registran un plan mayor organizado.
Arturo Rosas H. / LA RED DE ALTAMIRA
TAMAULIPAS.- Los municipios fronterizos en Tamaulipas están dando un “tratamiento” de mayor orden al fenómeno migratorio junto con los alcaldes vecinos de Estados Unidos y las autoridades migratorias para construir un registro de migrantes y darles un seguimiento hasta que salen de sus jurisdicciones.
Tanto Oscar Enrique Rivas Cuellar, alcalde de Nuevo Laredo, como Mario Alberto López Hernández, de Matamoros, expusieron una radiografía en la que junto con los mayores de Laredo, Texas, en el caso de Nuevo Laredo y de Brownsville en el caso de Matamoros, registran un plan mayor organizado.
Por Nuevo Laredo, destaca Rivas, junto con el municipio se comparte información con el departamento de Salud de Laredo, Texas, para dar un seguimiento en materia de salud y saber, incluso, en qué casa o albergue se encuentra el migrante al que ya se hizo un expediente en materia de salud.
Aunado a ello, ese expediente se comparte con las autoridades de Laredo, Texas, para tener un control de enfermedades atípicas y fuera de la región.
Por la frontera de Nuevo Laredo, se han repatriado alrededor de 3 mil migrantes en las últimas cuatro semanas y muchos deciden salir de este municipio en los autobuses que designa al Instituto Nacional de Migración.
Los autobuses tienen varios destinos pero muchos deciden bajarse en Monterrey, pero ellos son los que deciden, aclara el alcalde.
Matamoros en cambio se declaró en estado de alerta preventiva, ante el riesgo de que los Estados Unidos puedan deportar y retornar a miles de migrantes por esta frontera.
De entrada, señala el alcalde Mario Alberto López Hernández, si bien es poco el número de migrantes retornados, hay una comunicación permanente con las autoridades de Estados Unidos para crear un estado de previsión.
Lo que se busca, señala, “es estar preparado por si nos llegan a deportar mil, dos mil, tres mil gentes para poderles dar atención”.
Sin embargo, los recursos no alcanzan en este momento para poder reaccionar a una contingencia de este tamaño.
Cada deportado, en el caso de Matamoros, genera un costo de 60 pesos en promedio, dependiendo de la atención y cobertura (salud, alimentos, seguridad, instalaciones).
Actualmente hay cinco albergues que se concentran en iglesias y casas del migrante donde se están concentrando los migrantes.
Hay tres fenómenos de migración que se están generando, por Matamoros, señala: “Una vertiente de todos los que están migrando de forma legal de asilo político y tenemos setecientas gentes y de estas quinientos son cubanos pero hay colombianos, Venezuela, Perú”.
“Por el otro lado tenemos aportaciones pequeñas más, sin embargo, estamos en estado de previsión porque se puede dar una deportación fuerte. Por otro lado tenemos la migración ilegal que se está dando y la tenemos en los 35 municipios de toda la república”.
Cabe señalar que en el caso de Reynosa, se gasta en promedio 150 pesos por migrante que se tiende y periodo de estancia es mucho mayor.
Los alcaldes rechazaron que los índices delictivos se hayan disparado por la presencia de migrantes que llegan desesperados. Incluso, hay migrantes que ya tienen una visa de México y quienes lo quieran pueden trabajar en las fronteras de estos municipios.