Por Raúl Hernández Moreno
Tengamos confianza, o llámele fe, si es creyente, en que el mundo saldrá adelante de la crisis del Covid-19 y de la crisis económica en que ya estamos inmersos.
Un dato esperanzador son los avances que en su cura están teniendo los enfermos de Covid-19. Este día, la Organización Mundial de la Salud reporta que en todo el mundo se han confirmado 452,241 casos, de los cuales 113,121 ya se recuperaron. Es decir, uno de cuatro enfermos ya sanaron. En Italia los medios informaron del caso de una mujer de 95 años que ya se curó.
En China, donde se originó el virus, de 81,218 casos positivos, ya se han curado 73,650, han muerto 3,281 y están activos 4,287. Se siguen presentando nuevos casos, por supuesto, pero en un universo de 1,600 millones de chinos, son casi nada.
Mucha gente de los dos Laredos está apanicada. Es normal tener miedo, pero es importante que el miedo no nos derrote, que no nos nuble el pensamiento, necesitamos tener la cabeza fría para actuar con mayor eficacia.
Hay que auto-cuidarnos y hay que cuidar a los nuestros, sobre todo a los viejitos, en primer término, porque son los más vulnerables y la pandemia ya cobró las vidas de más de 20 mil, una gran mayoría ancianos con enfermedades crónico-degenerativas. También hay que dar protección especial a los niños y a todos en general.
En la vecina ciudad ya van 10 casos confirmados, pero están estables. Ya se han descartado otros 40 casos y están pendientes los resultados de 75.
Nuevo Laredo se sigue manteniendo libre de coronavirus y esperemos seguir así. Las autoridades monitorean cualquier riesgo, por mínimo que sea, y el alcalde Enrique Rivas Cuéllar mantiene contacto directo con autoridades sanitarias para reportar las novedades que se presentan.
Ciertamente sigue habiendo gente en las calles. Muchos tienen que salir a trabajar, porque no hay otra opción. Nadie les va a mandar un cheque a su casa para que puedan comer. Estando en la calle, deben cuidarse, usar tapa-bocas, guantes, manga larga, evitar reuniones, alejarse del que tose. Tienen que cuidarse por su propio bien y por quienes los esperan en casa.
El coronavirus mantiene la atención del mundo. Otros temas han pasado a segundo término. Lo que el mundo quiere es que se supere la pandemia, ya después se le dará atención a otros asuntos.
En Nuevo Laredo la infraestructura hospitalaria está
desecha, ni los hospitales públicos ni privados, están listos para atender a
cientos de enfermos a la vez. Eso es terrible, pero si todos colaboramos para
que no haya contagios, la infraestructura hospitalaria no será requerida.
La pandemia al menos está ayudando a que las familias se unan más. Hay una
convivencia obligada entre todos los integrantes. Hay familias que no necesitan
de una pandemia para estar unidos, pero otras sí. Cada uno vive circunstancias
diferentes.