Por Raúl Hernández Moreno
Al resultar electo senador por mayoría, automáticamente Américo Villarreal se convierte en el candidato natural de Morena en la próxima elección de gobernador.
Américo tendrá los próximos años para consolidar su imagen, que hasta ahora se sustentó en el hecho de ser hijo del último gobernador decente que dio el PRI, Américo Villarreal Guerra. 1986-1992. Hoy ganó por el efecto AMLO; en la siguiente elección irá solo y su esfuerzo determinará su victoria o su derrota.
Aquí en Nuevo Laredo, como en el resto del país, el nombre de Andrés Manuel López Obrador en la boleta, le dio muchísimos votos a los candidatos de la coalición Morena-PRD-PT.
Así tenemos que AMLO obtuvo 66,762; Heriberto Cantú, 57 mil 470; Américo Villarreal, 53,356; y Ramón Garza Barrios, 49 mil 536.
¿Qué hubiera pasado si en la elección de presidente municipal, Morena hubiese postulado a Tico Cantú en lugar de a Ramón Garza? ¿Habría ganado Tico? Eso no lo sabremos, porque el hubiera no existe.
Pero además, no es lo mismo enfrentar a Salvador Rosas, que a Enrique Rivas y de paso a Daniel Peña. La elección de alcalde estuvo más reñida, hubo más competencia. Fue un pleito de pesos pesados, a diferencia de la de diputado que era de pesos ligeros, muy ligeros.
Ahora que hay que decir que si bien es cierto que Tico Cantú y Ramón Garza Barrios perdieron la elección, al final puede resultar que perdiendo ganan.
Y es que al haber participado en el proyecto de Andrés Manuel López Obrador tienen oportunidad de integrarse al gobierno federal, ya sea con alguna posición nacional o estatal. Hay miles y miles de cargos públicos que se van a determinar en los próximos meses y Morena tendrá que echar mano de muchísimos de sus militantes para cubrir esas posiciones, dando preferencia a los que confiaron en el proyecto y se arriesgaron a una derrota.
Si Morena está pensando en gobernar al país por varias décadas, como lo está pensando, echará mano de los activos que se la jugaron con el partido y después se abrirá a otros sectores. Y es ahí donde a Heriberto y Ramón les puede ir muy bien.
En otro tema, en la ceremonia de honores a la bandera de este lunes, al regidor Jesús Valdez Zermeño le tocó izar el lábaro patrio. Chuy es regidor reelecto. No lo dejaron ser candidato a alcalde y algunos priistas se preguntan cómo le hubiera ido si hubiese representado al PRI. No lo sabremos, lo que si cierto, es que hubiera dado la pelea, le hubiera puesto toda la carne al asador, no se hubiera quejado como lo hizo Daniel Peña. Se equivocó Yahleel al bloquearlo, pero en el pecado lleva la penitencia, pues los tamaulipecos no la respaldaron en su aventura de ser senadora y de ahí gobernadora.