Por Raúl Hernández Moreno
No sabemos por qué, pero los candidatos de Morena no han recibido el apoyo de su dirigencia nacional y mucho menos del gobierno federal.
Los abandonaron a su propia suerte, no tienen apoyos económicos, ni se les han enviado asesores de ningún tipo.
Cada uno de los candidatos se las ha ingeniado para hacer su propia campaña, algunos trabajan con las uñas y siguen esperanzados en que la imagen de Andrés Manuel López Obrador les alcance para ganar. De lograrlo, habrán ganado sin esfuerzo, sin merecerlo.
Y pensar que todavía en febrero, había morenistas convencidos que la elección era de mero trámite y hasta circularon una presunta encuesta que les daba ventaja en 17 de los 22 distritos.
Por esos días también se pensaba que el gobierno federal haría lo propio designando a personajes políticos al frente del Issste, del Imss, de la SCT, Migración, SEP, Desarrollo Social y demás dependencias federales para desde ahí operar a favor de Morena. Han pasado cinco meses desde el cambio de gobierno y al frente de las dependencias siguen los que estaban en los tiempos de Peña Nieto.
Estos cambios tampoco se dieron después de darse conocer a los candidatos lo que habría facilitado contentar a los grupos y alentar la unidad interna, pero tampoco se dio esta operatividad.
De febrero a la fecha, el panorama es distinto para Morena. La apuesta sigue siendo la misma: ganar por la sola imagen de AMLO, lo cual, por cierto, no se dio en el 2018 y eso que los candidatos de Morena trabajaron con mucha mayor intensidad que los de ahorita.
En el pasado, la presencia de personajes como Vicente Fox y Josefina Vázquez Mota ayudo a ganar a los candidatos del PAN. Sin embargo, hasta ahora no se ha visto un caso de que un personaje cuyo nombre no aparezca en la boleta y ayude a los candidatos. Una apuesta de este tipo es complicada y más en el caso de López Obrador que como gobernante es una vergüenza y hasta podría pensarse que su imagen en vez de ayudar perjudique, como pasó en los últimos cuatro años del sexenio de Peña Nieto.
En otro tema, Félix Fernando García Aguiar, candidato del PAN en el Distrito 3, sigue avanzando en su campaña de posicionamiento que despliega en 6 municipios, donde cuenta con equipos organizados que hacen proselitismo, aunque el candidato no pueda estar presente.
Estos avances no son obra de la casualidad, tiene el respaldo de gente experimentada que lo apoya en la logística, le organiza la agenda, le ayuda en la difusión de los eventos, le aporta ideas para reforzar la campaña en el territorio, en las redes sociales, etc.
Pero además, García Aguiar sabe escuchar, se deja guiar, confía en sus operadores y todo eso ha contribuido a que en estos momentos sea la suya la mejor de las campañas panistas, no solo en Nuevo Laredo, en todo el territorio tamaulipeco. Claro, los resultados se podrán medir hasta el día de las elecciones. Falta poco.