Por Raúl Hernández Moreno
No sorprende que el Presidente Andrés Manuel López Obrador haya atendido a la abogada Susana Prieto, menos de 24 horas después de solicitarle una audiencia, y en cambio se niega a recibir al luchador social Javier Sicilia, a la familia Le Barón, a los gobernadores opositores y a los dirigentes de los partidos políticos.
Se necesita estar al otro lado de la legalidad, como la madre del Chapo o la señora Prieto, para que el Presidente los atienda ipso facto.
Prieto promovió, el año pasado, un paro de labores de las maquiladoras en Matamoros, fue detenida el 8 de junio, en esa ciudad, entre otros cargos, por haber privado de su libertad a funcionarios de la Junta de Conciliación y Arbitraje y liberada el 1 de julio, sentenciada a no pisar tierras tamaulipecas en un período de 30 meses.
López Obrador recibió a la controvertida abogada junto con sus secretarias de Gobernación y del Trabajo, Olga Sánchez Cordero y Luisa María Alcalde.
En otro tema, el Covid no cede y el gobierno del estado anunció cambios en los horarios de apertura de los supermercados, que estarán abiertos entre semana hasta las ocho de la noche y sábado y domingo hasta las cinco de la tarde.
Los fines de semana no habrá transporte público y tampoco abrirán los negocios no esenciales. Son reglas drásticas que no gustan a la mayoría, que quisiéramos el regreso a la normalidad, pero el problema es que los contagios no bajan.
En Nuevo Laredo las estadísticas del Covid son alarmantes: El 3 de abril había 3 casos positivos; el 2 de mayo, 50; el 1 de junio, 230; el 1 de julio, 733; y el 27 de julio, 1,407.
Lo peor es que el Hospital General y la clínica Covid-19 están a su máxima capacidad, dio a conocer este día el presidente municipal Enrique Rivas Cuéllar. Ya se habilitó un hospital dentro del Cuartel Militar y eso habla de la gravedad de la pandemia, gravedad que muchos insensatos persisten en ignorarla.
El problema de contagiarse es que el Covid es altamente peligroso y puede ocasionar una muerte dolorosa. No es como dormirse y ya no despertar. No, es dolorosa. Es mejor no exponerse.
Hasta la saciedad se ha repetido la consigna de que nos quedemos en casa, pero la recomendación no ha sido suficiente, porque hay un segmento de la población que no se cuida y eso provoca los contagios y ha contribuido a que se registren 114 muertes y contando.
Mientras tanto, el delegado de los programas federales en Tamaulipas Ramón Gómez Leal dio positivo al Covid-19 y se atiende en un hospital privado en Monterrey. El alcalde de Río Bravo, Carlos Ulibarri, también optó por atenderse en la sultana del norte.