Por Raúl Hernández Moreno
Una vez más, Luis René Cantú, El Cachorro, líder estatal del PAN, vino a Nuevo Laredo para asistir a los foros de consulta que el partido realiza para diseñar la plataforma electoral 2021-2024.
Y en esta, como en otras ocasiones, la visita del Cachorro ha pasado desapercibida, pues no hay una difusión previa y fuera de Ernesto Ferrara y su círculo íntimo, pocos se enteran.
Hace menos dos semanas, uno de los que vio, saludó y se retrató con El Cachorro, fue Javier “Pipo” Peña y el maestro Manuel Alonso Santamaría. Los tres aparecieron juntos, cual amigos de toda la vida.
Dichoso Pipo Peña, fregados los panistas de cepa, que ni ayer ni hoy se enteraron de la presencia del líder panista.
Este viernes hay otro foro del PAN, pero sin El Cachorro.
Mientras tanto, en las más recientes encuestas para medir el posicionamiento de los partidos, el PRI aparece con entre 5 y 7 puntos y si en la elección del 2018 participaron 160 mil ciudadanos, esos 5 y 7 puntos equivalen entre 7.5 a 12 mil votos y en comparación en el 2019 el tricolor obtuvo 10 mil 500 en los tres distritos. El porcentaje de las encuestas se ajusta a los números reales.
Con ese porcentaje de votos el PRI no tiene posibilidades de ganar y pareciera que esos números son insuficientes para inclinar la balanza hacia uno u otro partido, en una alianza de facto en la que no todos los militantes se enteran a tiempo sobre un pacto y terminan votando por su propio partido, porque no saben de chicanadas.
El PRI puede ayudar a ganar a un partido, siempre y cuando vayan en una alianza formal, no de facto.
Y aunque si bien es cierto que Alejandro Moreno ha dicho que el PRI analiza la posibilidad de ir en alianza con el PAN, PRD y MC, es algo que todavía está por verse.
Y es que en una alianza formal, tanto el PAN como el PRI buscarían las principales candidaturas y posiciones, con el argumento de que tienen un mayor voto duro y una estructura territorial.
La competencia real sigue estando entre el PAN y Morena, cada uno respaldándose en el trabajo de los gobiernos estatal y municipal, en el caso del primero, y del gobierno federal, en el caso del segundo.
Por otra parte, el tiempo avanza y hasta la fecha no han surgido valientes -¿o serán románticos ingenuos?- que se apunten para una candidatura independiente, aunque es cierto que tienen hasta diciembre para tomar una decisión.
En el pasado reciente a todos los independientes les ha ido malísimo. Desde Teto Peña, Víctor Vergara, Octavio Almanza, Eduardo Longoria, ninguno ha emocionado a los ciudadanos.
Con tan negros resultados, pareciera poco recomendable que alguien se anime a lanzarse por una candidatura independiente, aunque es decisión de ellos.