Por Raúl Hernández Moreno
El INE ya aprobó el presupuesto que se destinará a los partidos políticos el año próximo, por más de siete mil millones de pesos.
De esta cifra, dos mil 486 millones serían para Morena; mil 233 para el PAN; 933 para el PRI; 921 para el MC; 790 para el Verde; y 637 para el PT.
Esta bolsa de siete mil 3 millones de pesos tiene que ser autorizada por el Congreso.
En el pasado reciente, Morena utilizó con fines mediáticos el tema del financiamiento público y a fines de 2021 anunció que regresaría al INE 200 millones de pesos, para que se compraran vacunas contra el Covid-19. La propuesta fue desechada por el TRIFE.
Morena siempre se ha quejado de que se destina muchísimo dinero al financiamiento de los partidos.
Hoy que Morena controla el Ejecutivo, Legislativo y el Judicial, tiene todo para no autorizar el financiamiento solicitado por el INE. Con su mayoría absoluta puede prohibir el financiamiento o reducirlo al 20 por ciento de lo autorizado actualmente. Con su mayoría, puede autorizar una ley fast track, como lo hizo con la supremacía constitucional.
Esos siete mil millones de pesos serían de gran utilidad para apoyar programas sociales y la sociedad mexicana lo agradecería.
El viejo cuento de que el financiamiento público es necesario para cerrarle el paso al dinero ilegal, nadie lo cree.
Se estima que los partidos grandes gastan en campaña, diez veces más que el tope autorizado y ese dinero, en su mayor porcentaje, no proviene de las prerrogativas oficiales, sino de fuentes extraoficiales, que pueden ser desde dinero de empresarios o de fuentes al margen de la ley.
Toda la vida, el dinero de las prerrogativas ha servido para que quienes manejan los partidos se den la gran vida. Por eso no es casualidad que Dante Delgado se niegue a dejar de controlar al MC; Jorge Emilio González al Verde; Alberto Anaya al PT. Lo mismo hacían Jesús Ortega y Jesús Zambrano en el PRD y lo mismo está haciendo Alejandro Moreno en el PRI.
Alito va a disponer en el 2025 de 933 millones de pesos que va a gastar en lo que quiera y nadie lo va a llamar a cuentas. Si alguien lo presiona, va a oficializar sus querencias con Morena.
No somos ingenuos. Morena utilizó el tema de las prerrogativas para echarse confeti. No va a apoyar la eliminación o reducción de las prerrogativas, porque sería darse un balazo en el pie, como diría nuestro amigo el ingeniero Emannuel Murrieta.
Y no deja de ser chistoso que Morena ya decidió que quienes aspiren a ser ministros, magistrados y jueces federales no reciban financiamiento público para hacer campaña, que la hagan con su propio dinero. En cambio, están a favor de que a los partidos se les de todo el dinero posible, aunque termine en los bolsillos de sus dueños.
Dante Delgado, Alberto Anaya, Jorge Emilio González y Alejandro Moreno ganan muchísimo dinero manejando los partidos como un negocio propio. Les va a mucho mejor que sí tuvieran una empresa establecida y tendrían para pagar salarios, impuestos, comprar insumos, etc.