Por Raúl Hernández Moreno.
Si algo caracteriza a Andrés Manuel López Obrador es que es un gran demagogo y mitómano. Y no necesita repetir mil veces una mentira para que sus fanáticos se las crean: con una que lo diga, basta.
Sus últimas barbaridades son ofrecer amnistía a los delincuentes y promover la haraganía, al ofrecer darle 3,600 pesos mensuales a 2.3 millones de jóvenes que ni estudian ni trabajan.
Ahora presentó a los integrantes de su gabinete, en el supuesto de que gane la elección. Dice que quiere que este gabinete sea recordado como el de Benito Juárez, que según él, tuvo el mejor gabinete de la historia. Lo que no dijo, no sabemos si porque lo ignora, o por conveniencia, es que en los 14 años que duró en el poder, Don Benito cambio a los integrantes de su gabinete, como cambiar de calzones, vaya la expresión.
Y es que en 14 años, tuvo 29 secretarios de Hacienda, 24 de Relaciones Exteriores, 24 de Gobernación, 16 de Guerra y Marina, 13 de Fomento, por citar algunos.
Nadie pone en duda los méritos de Don Benito, quien junto con Porfirio Díaz, Álvaro Obregón, Plutarco Elías Calles y Lázaro Cárdenas, se distinguieron porque fueron estadistas, vieron más allá que su paso por la presidencia. Pero no debemos olvidar que fueron humanos con virtudes, pero también defectos.
No queremos que si AMLO gana, cambie de Secretario de Hacienda cada dos años, mejor que coloque a alguien como Antonio Ortiz Mena, para que dure los seis años de AMLO y los seis del sexenio siguiente, como reconocimiento a su capacidad y eficiencia. Ortiz Mena fue Secretario de Hacienda con Adolfo López Mateos y Gustavo Díaz Ordaz.
Estamos en la fase de las pre-campañas electorales y debemos resignarnos a escuchar toda clase de propuestas mágicas con las que se pretende convertir a México en la economía que guíe al mundo. Cada seis años es lo mismo. ¿Quién no recuerda a Vicente Fox ofreciendo que la economía crecería al 7 por ciento anual , y apenas rebasamos el dos por ciento?
O a Miguel de la Madrid ofreciendo combatir la corrupción y 35 años después esta nos cuesta entre 900 mil a un millón 800 mil millones de pesos al año.
Y todos los ex presidentes en campaña ofrecieron combatir la pobreza y tenemos más de 50 millones de pobres en el país.
Y de la inseguridad ni hablar.
En el arranque de las pre-campañas los ciudadanos deben revisar bien las propuestas de los candidatos y ver su viabilidad. Hay que ver los equipos de atrás de ellos, porque el señor Meade puede presumir de decente, pero cuidado cuando a su lado está Carlos Romero Deschamps. Y es el mismo caso de AMLO, que tiene más de 13 años de no trabajar, presume de decente, pero al lado suyo aparecen René Bejarano, Lidia Sansores, Manuel Bartlett.
Y del villano de Ricardo Anaya ni hablar.
Es posible que el próximo año los votantes no se decidan por el mejor, sino el menos malo. Y quizá nos sintamos mejor si alguno nos confiesa que va a robar, pero poquito.