Raúl Hernández Moreno
El informe de actividades de la diputada federal Yahleel Abdala Carmona reunió a las cabezas de los organismos del sector privado, clase política del PRI y PAN, funcionarios consulares, entre otros.
Los grandes ausentes fueron los líderes de los sectores del PRI. No estuvieron ni Alberto Félix Alemán, Benjamín García Marín y Alejandro López Robles, dirigentes de la CTM, CNOP y CNC, respectivamente.
Asistió el alcalde Enrique Rivas Cuéllar y los ex alcaldes José Manuel Suárez López, Horacio Garza, Daniel Peña, Mónica García Velázquez, Jorge Vázquez Elizondo.
Se notó la ausencia del ex alcalde Ramón Garza Barrios, mientras que otros ex como Marcos Alejandro y Arturo Cortés Villada no se paran con frecuencia en los eventos públicos. Y de Carlos Canturosas ni hablar: ella y Yahleel no se pueden ver.
Ya sea que Yahleel busque la alcaldía o la senaduría, la presencia de la clase política debió fortalecerla. Ahí estuvieron los diputados federales Edgar Melhem, María Esther Camargo, Monserrat Arcos Velázquez, Pedro Luis Coronado, y Miguel González Salum, esto además de los cónsules de Estados Unidos en Nuevo Laredo y de México en Laredo, Texas, Philip Linderman y Carolina Zaragoza.
También atendieron la invitación presidentes de organismos privados, los alcaldes de Miguel Alemán, Mier y Camargo, entre otros muchos.
Fue un informe largo y tedioso.
La legisladora no ha avanzado en la mayor parte de sus propuestas, como la tarifa F de la CFE, la regularización de los autos chocolates, reducción del IVA, reducción de la jornada laboral para madres solteras, construcción de una nueva guardería y un largo etcétera.
Eso sí, se la ha pasado presentando puntos de acuerdo, que son como los llamados a misa: no obligan a la autoridad a la que va dirigido, a acatarlos.
Para un sector de la cúpula priista, Yahleel es su única esperanza para darle competencia al PAN en la próxima elección, aunque ella insiste en que no quiere ser candidata a alcalde, sino a senadora.
Yahleel es uno de los activos del PRI. Su posición la convierte en prospecto natural a la alcaldía, pero ella no se ha pronunciando en ese sentido, ya sea porque en verdad busque la senaduría, o porque no quiere que los demás aspirantes la bloqueen.
Por cierto que minutos después de iniciado el informe, los primeros en irse del Centro Cívico fueron Ramiro Ramos y su esposa Mónica. No faltó quien dijera que Ramiro se iba, por el desaire de no haberlo nombrado entre la lista de invitados principales, sino hasta después, cuando se reparo en el error cometido. En realidad Ramiro y Mónica se retiraron porque viajaron a Reynosa, a un foro organizado por el PRI. Igual hicieron Sergio Guajardo y Aída Zulema. Traían el tiempo encima.
En el evento destacó la presencia de una treintena de invitados que vinieron desde Camargo, el Municipio que en el 2015 hizo la diferencia para que Yahleel pudiera ganar la diputación federal, pues ella perdió en Nuevo Laredo, pero los votos de la ribereña, en especial los de Camargo, la hicieron ganar.