Raúl Hernández Moreno
Este día concluyó la segunda serie de seminarios para periodistas Free the Pass, organizado por los consulados de los Estados Unidos en Nuevo Laredo, Matamoros y Monterrey.
Previo a la presentación de la plática que dio el periodista Frank Smyth, con el tema de “Mecanismos de protección para periodistas en coberturas de alto riesgo”, hubo un enlace en línea, con la embajadora de los Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, quien además de enviar un mensaje de solidaridad con el gremio periodístico, aceptó preguntas de los comunicadores reunidos en las tres sedes mencionadas.
La charla de Smyth, con experiencia en conflictos bélicos, en temas como tráfico de armas, en países de oriente, Afríca y América, y que ha publicado en medios como el Washington Post y el New York Times, fue muy interesante pues ofreció muchos consejos, desde la protección personal, el uso de tecnologías para almacenar, trasmitir y cuidar la información y una serie de sugerencias para que haya solidaridad en el gremio.
Al final, el Cónsul de los Estados Unidos en Nuevo Laredo, Phillip Linderman entregó certificados a más de medio centenar de periodistas de Nuevo Laredo y Piedras Negras que tomaron el seminario que constó de tres conferencias en línea.
En otro tema, mal, muy mal, le ha ido al regidor Juan José Zarate con el video en el que ofende a una mujer que se queja o protesta por las inundaciones en la colonia del Issste.
Extraña su actitud porque siempre ha sido muy mesurado, respetuoso y correcto con todo mundo. Perdió los estribos y lo peor es que los perdió cuando estaba siendo grabado.
Ahora hay quien argumenta que el video fue editado y que en realidad la ofensa se la dijo Juan José así mismo, al pisar el lodo. La realidad es que el video es contundente. Se equivoco, aunque es obvio que tiene que decir lo contrario.
Los servidores públicos deben ser cuidadosos en lo que hacen y dicen y aceptar sus errores, ese es el primer paso para corregirlos. Y esto aplica para todos, desde jefes a subalternos.
Durante la emergencia de las lluvias, hubo quien llamó a Protección Civil y recibió comentarios desafortunados de los recepcionistas.
A una vecina de la colonia Bonanza que habló para preguntar si había riesgo de inundación en su sector, el recepcionista le preguntó: ¿Y para qué quiere saber? ¿Va a nadar o qué?
Hubo otra mujer que habló para preguntar si estaba cerrado el bulevar Luis Donaldo Colosio en alguno de sus tramos y el recepcionista le contestó: No tenemos reportes, pero si va a checar, le encargamos que nos avise.
¡Que respuestas tan torpes! Sería sano grabar a los que contestan los teléfonos de emergencia para poder revisar la forma en que se conducen y darlos de baja si responden mal. No deben laborar en una oficina de emergencias si no les gusta ese trabajo o si no tienen capacidad.
Ciertamente quienes atienden un teléfono de emergencias no pueden saberlo todo, pero no tienen porque exhibir su desinformación y menos hacer mofa de quienes les hablan.