Por Raúl Hernández Moreno
Como si la chunga, la guasa y la broma en que está inmerso este país no fuese suficiente, ahora se acaban de cancelar las elecciones en Monterrey.
Primero el Consejo Municipal Electoral de Monterrey le entregó la constancia de ganador al PAN, el PRI impugnó ante el Tribunal Electoral de Nuevo León y este reasignó la victoria para el PRI: el PAN se inconformó ante la Sala Regional del Poder Electoral de la Federación y este ratificó el fallo del Tribunal Estatal y le dio la victoria al PAN; después el PRI impugnó ante la Sala Superior del Poder Electoral de la Federación que revocó el fallo del Tribunal Regional y decidió cancelar las elecciones.
Ya no hay otra instancia a la cual recurrir, el proceso electoral se tiene que reponer, pero con estos fallos se provoca controversia y se daña la confianza en las elecciones. Seguramente mucha gente en Monterrey se está preguntando si valdrá la pena ir a votar para que luego no se respete la decisión de los ciudadanos.
Cada vez es mayor el número de ciudadanos que se desencantan de las elecciones en México y deciden no votar. ¿Para qué, si no se respeta el voto? O para qué votar, si después los gobernantes hacen lo que quieren, roban a manos llenas y ninguna autoridad los castiga. Hasta el cínico de Javier Duarte dijo de su propio caso que era “un show mediático” y el tiempo le dio la razón. Ahora nada más falta que dentro de seis años Morena lo haga senador.
En otro tema, este sábado 3, el regidor Jesús Valdez Zermeño reanuda sus brigadas asistenciales, visitando la colonia Victoria, en el cruce de 20 de noviembre y Mina.
Junto con un nutrido grupo de colaboradores se estará ofreciendo consultas médicas y dentales, asesoría jurídica, lentes graduados a bajo costo, cortes de pelo, registro ante el Seguro Popular, recepción de gestoría, lotería de despensas y venta de productos de la canasta básica con grandes descuentos.
Estas jornadas tienen mucho éxito entre las familias de las colonias populares, por todos los beneficios que se les ofrecen.
Mientras tanto, el personal de la Oficina Municipal de Enlace con la Secretaría de Relaciones Exteriores, está molesto con su nuevo titular, Roberto García Capistrán quien llegó con la espada desenvainada y de entrada les amplió el horario de salida, media hora más y encima los obliga a ir los sábados, a jornadas del gobierno municipal, para promover el trámite de pasaportes.
Esta ampliación de horarios, la hace al margen de las leyes laborales y de paso advierte que quien no vaya los sábados, va a tener “problemas”.
García Capistrán está empeñado en hacer de la oficina que representa la mejor en la historia local, lo que no tiene nada de negativo, lo que está mal es que además de violentar la ley del trabajo, al ampliar el horario y no pagar horas extras, encima recurra a la amenaza abierta.