
Por Raúl Hernández Moreno
El líder de las auto-defensas en Michoacán José Manuel Míreles estuvo en Nuevo Laredo y sostuvo que los Foros de Pacificación deben ser para que quienes han sido víctimas de la delincuencia se expresen libremente y dijo que no se puede pedir a nadie que perdone al que le asesino a un familiar.
De 59 años de edad, médico cirujano que paso tres años preso, de 2014 a 2017, por defenderse así mismo de la delincuencia organizada, Míreles cautivó a maestros, alumnos, invitados y hasta a los periodistas que asistieron a la ceremonia en la que la Universidad del Norte de Tamaulipas le entrego un doctorado Honoris Causa.
Él se dejó querer, posó para quién le pidió una foto, firmó libros, saludó al que le extendió la mano.
Ofreció una conferencia de prensa que estuvo nutrida, no sabemos si porque a esa hora no había otros eventos periodísticos o porqué les causo curiosidad conocer a un universitario que harto por la inseguridad de su tierra optó por armarse y enfrentar al crimen organizado, en la tierra caliente de Michoacán.
Míreles dijo que en la tierra caliente desde hace seis años no se pierde ni un alfiler, como resultado de la vigilancia que ejercen las auto-defensas y explicó que en cambio conoce ciudades con 500 policías que no acuden cuando se les reporta un borrachazo.
Con autodefensas mejora la seguridad, sostuvo.
En la ceremonia vimos a personajes como Luis Enrique Mendoza Barrientos, Diana Chavira, Eduardo Longoria, Juan Pascual Sánchez, Roberto Rodríguez Chávez, Ismael Delgado, Ramón Garza Barrios, entre otros.
En otro tema, Salvador Rosas Quintanilla tomó protesta como diputado federal y subió a las redes una fotografía en la que aparece junto al legislador y actor, Ernesto D”alessio.
Rosas sustituye a Yahleel Abdala quien se dedicó los tres años de su gestión a construir una fallida candidatura a la gubernatura, para lo cual primero buscaba ser senadora y creyó que sin hacer campaña, sin ser crítica, sin hacer compromisos, ya tenía asegurado un segundo lugar, lo cual no se cumplió. Obsesionada por el poder, se perdió, de la misma manera que en su momento se perdieron Ramón Garza y Carlos Cantúrosas, que también buscaron ser gobernadores.
Esperemos que Rosas no se pierda y realmente se dedique a trabajar por el bien de Nuevo Laredo. Si hace un excelente papel, la ciudadanía se lo reconocerá, pero si se pierde y se dedica a construir castillos en el aire, le va a pasar lo que a Yahleel a quien por cierto Rosas criticó fuerte, y con razón. Hoy tiene la magnífica oportunidad de lucirse, de hacer lo que no se hizo en tres años, de demostrar que cuando se tiene amor al servicio público se puede lograr mucho. Los próximos tres años son una oportunidad para lucirse o perderse. La decisión está en sus manos.